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“Nadie pregunta si hay dinero, la escuela en línea también es gasto"

La pandemia ha dejado a los estudiantes sin empleo y con múltiples gastos que la universidad lo requiere. El estrés por esta nueva modalidad es su nueva rutina

Escrito en GUANAJUATO el

La pandemia por el covid-19 ha afectado a la población estudiantil que se ha visto en la necesidad de cambiar sus actividades de forma presencial a virtual. Sin importar el nivel educativo en el que se encuentren, los estudiantes presentan altos niveles de estrés en una adaptación forzada por esta nueva modalidad de trabajo.

A lo anterior, se le suma que gran parte de los universitarios son independientes y cuentan con una sola fuente de ingreso. Como es el caso de Adrián Muñoz, estudiante del 9no cuatrimestre en la Universidad Tecnológica de León, quien cuenta que las clases virtuales no le han favorecido debido a la improvisación con la que el personal educativo y alumnos se han tenido que adaptar.

Adrián contó a la Silla Rota su actual experiencia educativa y las dificultades a las que se ha enfrentado. La comunicación es la principal de ellas, pues a pesar de contar con las herramientas tecnológicas para continuar con su trabajo, el diálogo por medio de estas suele resultar complicado.

 

“Mi experiencia fue muy mala, a pesar de que siempre se dice no hacer algo sin un plan, - la universidad - lanzaron un modelo poco práctico y demasiado rígido. Después de un tiempo fueron más flexibles y mejoró un poco”, relata el universitario.

Adrián afirma que es nula la preocupación de las autoridades educativas, pues la economía de los jóvenes es poca, muchos de ellos han perdido sus empleos, algunos cuentan con una beca para continuar con sus estudios pero hay otros gastos que se tienen que solventar, como lo es el próximo ciclo escolar, del cual, no se ha informado si obtendrán un descuento significativo.

“Nadie pregunta si hay dinero, la escuela en línea también es gasto”.

“Se paga internet, datos móviles por si falla a mitad de clases, luz. Adquirir un nuevo equipo de computación, impresora, escáner, hojas para imprimir trabajos. Lo que nos ahorramos en camiones lo invertimos en nuevo equipo, que aunque es para beneficio propio es un gasto que no teníamos contemplado”.

Las tareas y proyectos aumentaron en el confinamiento. (Imagen ilustrativa: Pixabay)

Pero las nuevas formas de trabajo no son el único obstáculo para los estudiantes, ya que el tiempo dedicado al estudio en las aulas no es equivalente en casa. Las actividades del plan de materias y trabajos adicionales se exceden en muchas ocasiones.

Los profesores tratan de motivar a los universitarios con el argumento que la escuela en línea ya existía antes de la pandemia.

“Ellos dicen que ya existía la escuela en línea antes de esto. Claro, pero la escuela en línea, únicamente es para uno dos veces por semana y atiendes cuando tienes tiempo”, dice Adrián quien ha tenido que administrar de forma estricta su tiempo.

El joven cuenta que algunos de sus compañeros han tenido problemas derivados a la pandemia, no necesariamente que hayan sido contagiados, sino el estrés y la adaptación a este nuevo sistema lo que los está agotando.

“Todo el mundo está estresado. No saben controlar la situación. Cada persona tiene problema personales y emocionales derivados de esto como para empeorar la situación”.


DR