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Nació para volar: Bartolomé es volador de Papantla, media vida surcando el cielo

Bartolomé vive en la nubes desde que tiene 12 años; hoy, a sus 62, sigue pintando el cielo mexicano de cada región y danza en el aire de León

Escrito en GUANAJUATO el

León.- El cielo azul se pinta de colores cuando Bartolomé vuela, es un volador de Papantla que heredó la tradición de sus antepasados otomís, con quienes comparte sangre indígena.

Es un hombre de 62 años que nació para volar. Con la mirada en el cielo coloreado, vio por años a familiares y amigos surcar las alturas de Papantla Veracruz. Fue a los 12 años cuando emprendió el vuelo.

Antes de iniciar asisten a un entrenamiento llamado escuela de danza, pues bailan con el aire. Los niños que se adentran en este ritual siguen una tradición de siglos antes de Cristo, de acuerdo a Bartolomé. Cuando crecen y tienen hijos, la van pasando de generación en generación.

El pájaro de tierra, como le llaman a estos danzantes, vino a la Feria Estatal de León desde Veracruz con seis personas más, uno de ellos es su hijo.

“Hay niños que quieren aprender, pero hay otros que no. Hay veces que quisiéramos que nuestros hijos sean voladores, pero no”, comenta.

Mentas habla, un instrumento de viento como una flauta acompaña su voz con una melodía. Los hombres pájaros viven de esta tradición, y con la música atraen a los visitantes de la Feria que les quieran hacer un donativo o comprar algo.

Ya están a punto de treparse en el poste para volar, pero antes de hacerlo, Bartolomé cuenta que, tradicionalmente, hay todo un ritual previo al vuelo. Tienen que alimentar al poste.

“Antes de enterrar el poste, se le hecha distintos tipos de comidas, bebidas. Se le pone un pollo negro vivo que lo aplasta el poste. Es darle de comer al poste para que no haya ningún accidente”, relata.

La tradición ahora se convirtió en un espectáculo, Bartolomé ahora también es artista, dice él mismo. Aunque viaja a distintas partes del país para volar, en su tierra natal sigue siendo un campesino humilde.

En Papantla viven con los pies en la tierra y la mirada en el cielo. Trabajan el campo cosechando maíz y hortalizas, “lo que pueda darnos la tierra”. Además de esto también son artesanos, parte de su sustento viene la elaboración de flautas y llaveritos.

“¡Es muy caro!”, se escucha decir a una persona que pidió el precio de sus artesanías. No sabe que pueden tardar días en crearlas y que lo que ganan de ellas les da de comer.

Bartolomé, espera poder vender algo en su paso por León, después se irá con el resto de los hombres pájaro y volará en otros cielos. Así como lo ha hecho desde hace 50 años que vive en las nubes.

PR