La historia de este empresa local se convierte en respuesta a los grandes retos que el coronavirus ha planteado a todos en el planeta. Es también un relato de sororidad (neologismo que se emplea para referirse a la solidaridad entre mujeres en contextos adversos) y emerge en la ciudad como una alternativa de empleo, indispensable para sortear los estragos de la pandemia.
Magnolia Pijamas es una pequeña empresa que se dedica a confeccionar pijamas y que hoy está contratando mujeres que se quedaron sin trabajo para la creación de estas prendas.
La marca, guanajuatense al cien por ciento, fue creada hace poco más de seis meses por Luisa, una joven estudiante de diseño. Al principio era ella sola quien cosía, cortaba y bordaba, pero al verse rebasada por el trabajo decidió buscar ayuda.
Quien se sumó primero a su equipo fue la señora Ana que, por recomendación, Luisa la contactó al escuchar que era una excelente costurera y con amplia experiencia. Con los pedidos de pijamas en aumento, Luisa usó las redes para solicitar más ayuda.
“Me sorprendieron la cantidad de mensajes que llegaron, eran mujeres que se dedicaban a la confección y también habían perdido su trabajo como Ana”, expresó Luisa.
A su equipo se unieron al poco tiempo Lupita y Cukis, ambas, mujeres que a diario buscaban trabajo sin éxito hasta ese momento. Cukis, mujer de la tercera edad, le platicaba a la joven diseñadora que ser un adulto mayor en la pandemia era una desventaja aún mayor a la hora de conseguir empleo.
En un punto, a Luisa, se le presentó la oportunidad de "maquilar" con un negocio que le ofrecía un gasto menor, pero la joven, convencida del valor de sus empleadas, decidió continuar trabajando con ellas. Al ser estas mujeres quienes la “sacaron del apuro” cuando las necesitó, Luisa se siente ahora comprometida con ellas. Lo ve como parte de la responsabilidad social de su emprendimiento.
“A mí no me importa no ganar esa diferencia porque el punto es apoyarlas a ellas también. Me han dicho lo importante que es el dinero que ganan aquí para su vivienda.”, explicó la diseñadora.
Con su pequeño negocio, Luisa hoy le da trabajo en total a cuatro mujeres hoy descritas por ella como elementos clave para su empresa. Las pijamas que confeccionan son los diseños creados por la joven.
Por el momento, el trabajo de esta pequeña empresa en crecimiento se lleva a cabo desde casa, pero la falta de un establecimiento donde pueda mostrar sus diseños y prendas no es limitante.
A través de su cuenta en Facebook, con el mismo nombre, Magnolia Pijamas, la diseñadora comparte sus modelos inspirados en las tendencias del mercado de la moda en México y el mundo.
Con este proyecto, Luisa no solo disfruta de su profesión si no que impulsa la economía de mujeres y hombres que participan en la confección de pijamas de su marca que cada día gana más popularidad y está en camino a convertirse en una empresa mediana, que además, construye sus cimientos inspirada en la responsabilidad social y su compromiso con el entorno.