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Mónaco, Étnico y Chabola entre 28 bares cerrados el fin en la Madero

Bares antiguos como Báltico o Mónaco hasta los más modernos como Rey Compadre y Chabola son algunos de los que cierran sus puertas un viernes por la noche

Escrito en GUANAJUATO el

En una noche de viernes, en la calle Madero pueden verse hasta 28 bares cerrados por la pandemia. Mientras que unos establecimientos sobreviven con lo que pueden las consecuencias económicas del covid-19 otros no abren los fines de semana.

El bar Movimiento era de los más frecuentados junto con Damasco, el bar Siete18 y London Roof. La vista que tenían era una ventaja para los que querían pasar un buen rato mientras apreciaban de lejos el Templo Expiatorio encendido. A lado de Damasco está el cerrado bar Rey Compadre, famoso por sus mezcales de piñón, habanero y fresa que se vendían a 10 pesos antes de las 11 de la noche.

 

Algunos de los bares que mueren un viernes por la noche, en lugar de mantenerla viva existen desde antes que la Revolución, como el Mónaco que fue fundado en 1897, 13 años antes que la Revolución Mexicana, o el Báltico que se creó en 1907 y solía ser una cantina exclusiva para hombres hasta que se convirtió en un lugar familiar.

La Madero se convirtió de la noche a la mañana en un “boom” para jóvenes y adultos. Entre los favoritos estaban lugares como Étnico, famoso por sus caguamas, o Chabola, popular por las bebidas color azul que vendían. En los concurridos bares se podían encontrar todos los perfiles entre los visitantes.

Fabricio, de 25 años, comenta que incluso se llegaba a encontrar en Étnico al director de su facultad. Maestros y alumnos festejaban como amigos mientras disfrutaban de la música y el ambiente.

“Yo iba mucho en la universidad y a veces me encontraba hasta a mi director con sus amigos y ahí andábamos tomándonos una caguama juntos”, recuerda con alegría el egresado.

Había algunos jóvenes para los que un bar por la noche no era suficiente y hacían el recorrido de los “7 bares”. Referencian de manera cómica el recorrido de los 7 templos con su tour por la Madero. Andrea recuerda que ella iba mucho a Chabola en la calle Pedro Moreno, paralela a la Madero y que no podía evitar ir por sus famosos crayones los miércoles a 2x1 aunque estuviera reventar.

“Había muchísima gente, no podías ni pasar, pero nos encantaban los crayones, tenían panditas en el fondo”, comenta con nostalgia pues también le recuerda a su época universitaria.

Aldama fue uno de los pocos antros que existieron en la Madero. Por el giro que tenía el establecimiento no puede abrir ni siquiera para consumo, pues al ser un antro no vendía alimentos. El bar 518 tiene también una zona tipo antro, pero, aunque tiene un bar, a las 9 de la noche el lugar luce abandonado.

Para muchos, estos lugares también forman parte de la historia del Centro Histórico y de su propia historia personal. Maestros, jóvenes y adultos recuerdan siempre con alegría sus noches en aquellos lugares que hoy luchan por sobrevivir a la pandemia.

PR