Celaya.- Hace 5 meses Nataly desapareció en Celaya, es originaria de Colombia y se había mudado a Guanajuato por trabajo. Preocupados por su ausencia pero con un sentimiento de lucha motivado por la esperanza del reencuentro y justicia, los familiares de la joven colombiana decidieron marchar mañana por su localización desde Bogotá, Colombia.
El Frente Colombiano de Feministas Radicales Aboliscionistas convocó, junto con demás colectivos feministas y de búsqueda de personas desaparecidas, un plantón feminista por las mujeres desaparecidas y víctimas de feminicidio, entre el primer grupo se encuentra Nataly.
Las activistas se reunirán el jueves 25 de noviembre a las 5:30 de la tarde no solo para protestar, sino también para velar por las fallecidas y la salud de las desaparecidas. El grupo de mujeres marcharán por sus “hermanas desaparecidas” desde las instalaciones de Medicina Legal en Bogotá hasta la Plaza Bolívar en la misma ciudad.
Además de hacerlo por Nataly, también protestarán por Linda Michelle, Ana María, Sara Sofía, Angie Lizeth, Erika Valeria, Gladys, Heidy, Rosa Elvira y “todas las mujeres que ya no están aquí por la violencia machista”. Algunos familiares de ellas llevan esperando hasta 9 años para que se haga justicia por su asesinato, entre las víctimas se encuentran mujeres, adolescentes y niñas.
“Realizaremos un plantón feminista por nuestras desaparecidas y víctimas de feminicidio. Porque, aunque no estén en cuerpo nosotras, somos la voz de ellas. Gritaremos exigiendo justicia y celeridad a las autoridades competentes”, indicó el colectivo.
Caso Nataly: le prometieron un trabajo con engaños
A un mes de su desaparición, Edgar, hermano de Nataly y vocero de la familia, contó que la necesidad obligó a la joven a irse del país, “en Colombia está muy dura la situación” escribió. “Ilusionada y convencida” como recuerda su hermano, la joven salió de su país para trabajar en Celaya. Desapareció a un año y 5 meses de haber llegado, la última vez que se le vio fue en el mercado de abastos Benito Juárez en Celaya, donde trabajaba vendiendo boletos de rifa.
La Fiscalía General del Estado de Guanajuato concluyó en que la colombiana fue víctima del delito de trata de personas con fines de explotación sexual. Su hermano dijo que cayó en una mafia dedicada a este crimen.
“Con su desaparición sabemos que fue usada por una red de trata de personas con fines de explotación sexual, un delito que a diario sufren en especial mujeres vulnerables, quienes son captadas por mafias como en el caso de ella”, dijo Edgar.
En su Colombia la esperan sus padres, hermano y su hija.
PR