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Manuel Díaz, abarrotero convertido en muralista de arte clásico

Vegetales, escobas, maquetas y pinturas son objetos que se encuentran dentro de la tienda de este muralista leonés famoso por sus pinturas de corriente clásica

Escrito en GUANAJUATO el

Manuel Díaz es el dueño de una tiendita de abarrotes en la colonia La Florida que, además de dedicarse a su negocio, también es el muralista de las famosas obras que se logran apreciar en las bardas de la calle Santa Elena y que cada día se vuelven más populares

Nacido en León, el artista se describe como un panza verde, y tiene más de 60 cuadros elaborados, diversas maquetas y murales. Aunque el pintor comenzó su acercamiento al arte por medio de la arquitectura, fueron sus murales los que le dieron reconocimiento.

Todo comenzó cuando tenía 37 años, en el 2008. Manuel, quién pasaba sus tardes ateniendo su negocio, tenía como su única vista al exterior un muro viejo que hacía más tedioso su día. También el admirador del arte, quería desde hace tiempo poder ser dueño de alguna de sus obras favoritas. Esto lo inspiró a elaborar su primer mural en el 2008: una réplica de Las Meninas del pintor barroco español Diego Velázquez.

“Yo nunca en la vida había pintado o dibujado nada. Esto surgió por la necesidad de tenerlas. Los murales son un compendio de cosas agradables para que la estancia aquí no sea tan esclavizaste, tan frustrante”, manifestó Manuel Díaz.

Después de hacer a “Las Meninas” el leonés fue motivado por amigos y conocidos para pintar más murales. Así, sin quererlo, se fue convirtiendo en muralista y creó la Galería Santa Elena, exponiendo en la calle del mismo nombre y La Florida un total de 12 pinturas de varias otras que él conserva en privado.

El orden en el que elaboró sus obras fue procurando la cronología de la historia del arte. Comenzando por el renacimiento, después manierismo, barroco, realismo y por último la pintura del siglo IX. Su más reciente mural fue La Creación de Adán, la cual concluyó en el 2014. Su hermano Rafael Díaz, quien se describe como su primer admirador, comenta que si no hubiera sido por la falta de espacio el seguiría pintando.

“Solo pintó esas porque se le acabo el pizarrón. Mi hermano es un excelente artista, soy su primer admirador” comentó Rafael Díaz, hermano del muralista.

 

Hoy en día hay gente que pasa diario por aquel lugar sin saber el origen de estas pinturas ni de sus autores y creador, pero eso no les impide sentir cierta curiosidad y detenerse a admirarlas.

Felipe y su hermano Luis comentan que pasan siempre por la Colonia La Florida para buscar clientes que quieran comprar e instalar los guardapolvos para puertas que ellos venden. Los hermanos no saben el significado verdadero de la obra, pero eso no les impide, como espectadores, dar su propia interpretación.

“El de abajo es un símbolo de mercedes, pero también puede ser un triángulo, o la puerta puede significar la entrada a una vida. El arte puede reflejarse de cualquier manera”, consideró Felipe.

Su gusto por la arquitectura sigue presente y uno de sus sueños es la realización de una torre. El artista considera que, aunque se siente orgulloso se León, a la ciudad le hacen faltas más elementos que la caractericen. Así como la Torre Eiffel, Manuel sueña con un día contar con el apoyo del gobierno para construir su proyecto que sea el ícono de la ciudad de León.

El pintor ya tiene varios bocetos y diseños elaborados, solo es cuestión de tener el capital suficiente para materializarlos.