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Majo lleva 6 meses desaparecida; jóvenes se manifiestan en Celaya

“Justicia para Majo” se escucha en las calles de Celaya. Con pancartas y fotografías de la chica de 22 años, sus amigos piden que las autoridades den con ella

Escrito en GUANAJUATO el

Celaya-. Su nombre es María José Simón Esquivel, tiene 22 años. Hoy se cumplen 6 meses desde el calvario que padece su familia y amigos, no la encuentran. A una sola voz, decenas de jóvenes gritan “Justicia para Majo”.  

“¡Ni una más, ni una más, ni una asesinada más!” se escucha. Este sábado hubo un motivo para que Celaya se levantara: Majo. Cerca de 30 jóvenes marcharon pacíficamente desde la avenida Tecnológico, alrededor de las 4 de la tarde. No les importó caminar bajo el sol, andar en bicicleta o arriesgarse en patines, esta rodada va por Majo.

Los protestantes se desplazaron hasta la Presidencia Municipal. “Ni una más carajo, aún nos falta Majo”, retumba en las calles.

Con mantas en las que resalta el rostro de María José sus amigos alzaron el puño e insistieron que “en Celaya nos sigue faltando Majo”. Algunas de sus amigas iban de blanco, otras de negro, pero a todas las reunía la misma sed de justicia.

De acuerdo con AM, una vez que llegaron a la Presidencia Municipal solicitaron el apoyo de las autoridades para las familias de personas desaparecidas. Con altavoces y cartulinas sujetadas de las manos, sus amigos mantienen la esperanza de encontrarla.

(Foto: José Valencia/ AM)

¿QUIÉN ES MAJO Y CÓMO DESAPARECIÓ?

Fue el pasado 17 de abril cuando Majo o ‘Majito’ como la llamaban sus amigos se dirigía a una fiesta en compañía de varias personas, que de acuerdo a lo rastreado iba a San Miguel Octopan, una comunidad de Celaya.

A Majo le gustaba la música, tenía un arpa tatuada en la costilla. No culminó sus estudios en el Conservatorio de Música, de hecho una de sus fotografías que se ha viralizado aparece ella de perfil bajo un atardecer en la playa, la joven sostiene una flauta.

Según medios locales vivió un tiempo en Cancún, en donde trabajó como niñera, pero regresó en abril a su ciudad de origen a causa de la pandemia.

La pena comenzó el 17 de abril, y fue hasta tres semanas después que se activó una alerta como parte del Protocolo Alba. Sus características comenzaron a circular en redes. Una mujer de cabello largo y rapado de ambos lados, color castaño. Ojos medianos color café oscuro, mide 1.60m y pesa 55 kilos. Tiene varios tatuajes, uno en la pierna derecha con una imagen de “cabina de teléfono”, otro en la pantorrilla con un “hongo”, en la mano izquierda “flores en color verde con rojo” y en la costilla de lado derecho un “arpa”.

La esperanza de encontrarla no acaba. Incluso se creó un portal llamado encontremosamajo.live ahí describen cada detalle de la chica de 22 años. Señala en un mapa la comunidad en la que se le vio por última vez, también la blusa de tirantes gris con rayas negras y el pantalón de mezclilla oscuro que usó cuando desapareció. Invitan también a que cualquier persona aporte un dato que pueda ayudar en la investigación, por mínimo que sea. El fondo está tapizado de sus fotos, y de la sonrisa que la identifica.

Hoy, a 6 meses de su desaparición sus amigos gritan ¡Justicia para Majo!


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