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Lugares cerrados y calles vacías: Así se vive la cuarentena en León

Lugares emblemáticos del centro de León como la Plaza Principal o la calle Madero lucen con poca afluencia de gente y con varios establecimientos cerrado

Escrito en GUANAJUATO el

Hoy no es Navidad ni Año Nuevo. Tampoco es un día festivo en el que todos descansen. Es miércoles 25 de marzo. Ya es primavera y la semana santa está a pocos días de distancia. Sin embargo, la rutina de cada año ha sido modificada esta vez. La pandemia del coronavirus en todo el mundo ha hecho que muchas personas añoren los días en lo que solían salir sin riesgo de contagiarse.

La Silla Rota dio un recorrido a algunas de las calles y lugares emblemáticos en la zona centro en León. Y la sensación de extrañeza prevaleció durante todo el trayecto. Las bancas o locales donde comúnmente se reunía la gente hoy lucen desoladas, sin afluencia.

 

Ese es el estado de la Plaza Principal de León. Lugar donde todos los días se veía movimiento. Gente tomando un café, de compras, dirigiéndose a la presidencia municipal. Hoy luce con muy pocas personas transitando. La atmosfera es extraña para aquellos leoneses que sabían que el hecho de acudir a la zona centro era sinónimo de toparte a alguien conocido.

El impacto de la contingencia también les ha pegado a los negocios. Una de las tiendas ubicadas poco antes de la Plaza Principal hoy ya está cerrada. Parece que fue ayer cuando las jovencitas acudían recurrentemente a ese lugar para adquirir lo último en moda. Los clientes ahora tendrán que esperar hasta que sea el momento para abrir las puertas sin preocupación.

Calles representativas de esta zona como Hermanos Aldama o la famosísima calle Madero hoy están con muy poco tránsito vehicular. Ligado también al cierre de varios locales que representan el ingreso de las familias que radican en ese lugar.

Después de recorrer los alrededores del centro, llegamos a la zona más icónica de nuestra ciudad: El Arco de la Calzada. Aunque las escenas previamente descritas también se hicieron presentes en este lugar. Hay negocios cerrados y los pocos abiertos se mantienen sin clientes.

El camino que conduce el arco de la calzada hacia el puente del amor estaba como pocas veces. Sin gente sentada leyendo, paseado a sus mascotas o platicando. Ahora solo reina un ambiente desolado y con pocas personas que pasan a la brevedad. El Covid-19 ha esfumado la alegría y variedad de actividades que distinguía a esta zona.


KD