Por Esteban, Josefina, Alfonso, Inés, Carmen y todas las personas que el covid-19 nos arrebató. Estar parado frente a las gavetas del Panteón San Nicolás-ubicado en el bulevar Mariano Escobedo, en la colonia San Nicolás-, significa encontrarse con nichos y nombres de gente desconocida, pero unida por el mismo dolor: la pandemia.
Dentro de esos cajones de la misma medida están los restos de padres, hermanos, nietos, madres, hermanas o hijas. Personas que no sabían que un virus llegaría en marzo del 2020 y se llevaría a tanta gente.
Los nichos están divididos por números y pintados de blanco. Dentro de cada recuadro hay flores azules, rosas rojas, gerberas artificiales y una que otra foto de los difuntos. También hay muñecos de porcelana, cruces demadera e imágenes de San Judas Tadeo.
De frente a las gavetas está un trabajador. Sacude el polvo de cada espacio, y prepara un nuevo rincón para otro difunto. Su trabajo ahora implica un esfuerzo doble, pues los panteones se llenan cada vez más. Así como aumentan los servicios de cremación en Guanajuato, también los entierros.
Una cifra no sería suficiente para explicar el dolor de los que perdieron a un familiar por el covid. Como Ceci, una chica de 31 años que perdió a su padre, Don Mario. O como la señora Marina, que perdió a su esposo Gabriel, “el sustento de la casa”. Ambas de la colonia Los Ángeles 2, en León. Como su historia, hay muchas, pero en todo el país.
A 11 meses de la pandemia, la Secretaría de Salud del Estado ha reportado 8 mil 412 muertos por covid-19, además de 110 mil 367 casos confirmados, hasta este 4 de febrero. León es la ciudad con más casos y muertes. Le sigue Irapuato, y después Celaya.
Esta tarde, Juan Martín Álvarez Esquivel, director de Salud Municipal reveló que los adultos de 60 a 84 años son los que más se están contagiando, y al padecer comorbilidades como hipertensión o diabetes la lucha contra el virus les es imposible. Por eso es que en los últimos días el número de muertes ha aumentado, dijo. El virus ha tomado por sorpresa a los abuelitos.
El doctor resaltó que las fiestas decembrinas y las compras por Día de Reyes han desatado escenarios catastróficos y contrastantes: por un lado, personas aglomeradas y haciendo festejos, y por otro gavetas llenas de difuntos.
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