Encerrada en una jaula oxidada, pero bendecida, rodeada con una enorme cadena y un gran candado, con las manos amarradas y varios crucifijos a su alrededor, así se expone una de las momias de Guanajuato más famosas, se trata de la llamada “Momia Bruja”.
La leyenda dice que la “Momia Bruja” terminó así por eso, por bruja. Toda persona que tuvo problemas con ella, terminó en desgracia.
Vivió en el callejón de la Cabecita cerca del Panteón de Santa Paula, de donde fue expulsada varias veces siendo sorprendida recogiendo huesos de los cadáveres.
A la leyenda se suman versiones de que vendió su alma al diablo.
Más hechos “paranormales” se suman a la historia de la “Momia Bruja”, como la aparición de rasguños y marcas de hollín en su vitrina, versión confirmada por el propio Instituto Estatal de Cultura (IEC) de Guanajuato.
Fueron las mismas autoridades las que, al conocer su historia, decidieron encerrarla como actualmente se expone.
La “Momia Bruja”, llamada Carmen, aún conserva su cabellera y su vestimenta en perfectas condiciones.
Sin embargo, recientes investigaciones aseguran que no se trataba de una bruja, sino de una curandera.
Por ello, desde varios años atrás se ha considerado “liberarla”.
Desde el 2015, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el propio IEC, consideraron inadecuado tenerla encerrada y con una cadena.
Cinco años después, se alista todo para que la llamada “Momia Bruja” sea liberada.
La “Momia Bruja”, forma parte de la colección del Museo de las Momias Viajeras, llaman así porque formaron parte de una colección itineraria durante cuatro años por diferentes estados en Estados Unidos.
Esto, hasta que fueron recuperadas y traídas de vuelta a Guanajuato para permanecer en exhibición.
Con información de Reforma y Quadratin
rgg