Guanajuato.- Un juez federal de control dejó en libertad al elemento de la Guardia Nacional que asesinó a un estudiante de la Universidad de Guanajuato el pasado 27 de abril, en el municipio de Irapuato.
Fue el rector general de la Universidad de Guanajuato Luis Felipe Guerrero Agripino, quien informó sobre dicha liberación a través de un comunicado emitido este 30 de abril.
“Me refiero al ataque que sufrieron estudiantes del programa educativo de Licenciatura en Agronomía del Campus Irapuato-Salamanca de nuestra universidad, pasado 27 de abril”, expresó el Rector.
“Lamentablemente, el Juez Federal de Control, derivado de la formulación de imputación realizada por la Fiscalía General de la República dictó auto de no vinculación a proceso al elemento de la Guardia Nacional que fue detenido por dicha corporación. Ha quedado en libertad”.
Guerrero Agripino se dijo sorprendido que la imputación de la Fiscalía General de la República haya sido por el delito de tentativa de homicidio cuando fue privado de la vida el estudiante, además de que otra alumna que pertenece a la institución fue lesionada gravemente.
El pasado miércoles se dio a conocer que tres estudiantes de la Universidad de Guanajuato, campus Irapuato, quienes viajaban en una camioneta por la calle principal de la Ex Hacienda en la comunidad El Copal, fueron perseguidos por elementos de la Guardia Nacional, y uno de ellos les disparó, matando a uno de ellos, hirió a una joven y el conductor resultó ileso.
Fue alrededor de las cuatro de la tarde que ocurrió este suceso, se pudo saber que los estudiantes acababan de salir de una comida y cuando circulaban en una camioneta los elementos de la Guardia Nacional les marcaron el alto y los estudiantes hicieron caso omiso a la indicación por lo que se inició una persecución que terminó cuadras adelante, cuando los elementos la GN les dispararon.
El hecho ha causado la indignación de la comunidad estudiantil en el Estado y varios sectores de la sociedad que se han pronunciado para exigir justicia en el caso.
Ángel Rangel, Eduardo Ramírez, Laysa y Edith Carrillo, convivían en un predio de la comunidad El Copal, a unos 100 metros del campus de la Universidad de Guanajuato, donde estudian el cuarto semestre de la Ingeniería en Agronomía.
Una tarde como tantas en la Agronomía decidieron irse a convivir y pasar un buen rato después de clases. Ninguno de ellos imaginó que disparos perforarían la camioneta Ford en la que iban, y que en cuestión de minutos serían testigos de la muerte de su amigo Ángel, quien recibió un balazo en la cabeza por un elemento de la Guardia Nacional que los siguió, y sin mediar palabra los atacó.
Los estudiantes salieron a las calles a manifestar su sentir y para exigir que las autoridades hagan justicia en el asesinato del joven.
“Obviamente, dicha imputación no coincide con lo informado por la Guardia Nacional en su comunicado de prensa 055/Nacional. Como hemos insistido, hay indicios para presumir que el hecho tiene varias implicaciones y que es factible que haya más elementos involucrados en lo ocurrido”, agregó el comunicado de Luis Felipe Guerrero.
Finalmente, el Rector exigió a las autoridades competentes realizar una investigación profunda exhaustiva y rigurosa acorde a la gravedad del ataque perpetrado en contra de los integrantes de la comunidad estudiantil.
JJ/JP