En 1967, cuando la casa de los Esmeraldas abría sus puertas al público, y los aficionados leoneses pudieron ver el partido inaugural de Santos de Brasil contra River Plate en este nuevo recinto, el actual propietario del Nou Camp, Roberto Zermeño Vargas, era tan solo un niño de 12 años.
Fue en octubre del año pasado, cuando se informó que la Directiva de Jesús Martínez Murguía debía de desalojar el inmueble, luego que se dictaminó que Zermeño era dueño indiscutible de la propiedad.
A finales de los 80, Zermeño Vargas se convirtió en el presidente del Club León, pasando más de una década con los esmeraldas, ganando un título en el 92 y para 1994 vender la institución a Valente Aguirre por problemas legales.
Cabe destacar que en 2005, por defraudación fiscal de más de 7 millones 451 mil pesos, Roberto fue detenido en el fraccionamiento La Herradura, pasando cinco años en la prisión del municipio.
Ya en 2011, salió en libertad del Cereso de León, teniendo la orden de un juez federal de pagar la cantidad de 19 millones 185 mil 650 pesos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) por concepto de reparación del daño.
Fue en 2014 cuando empezaron los problemas con los Panzas Verdes y el empresario comenzó un litigio ante el Ayuntamiento de León sobre la propiedad del Estadio, misma que fue otorgada en 2018 siendo los magistrados del Primer Tribunal Colegiado del Decimosexto Circuito, quienes determinaron que las instalaciones le pertenecían a Zermeño junto con Héctor González.
Ya van casi 3 años de esa resolución, y aunque la Fiera ha podido seguir jugando en esta cancha, Grupo Pachuca, actual propietario de León, no ha podido poner la primera piedra en el nuevo Estadio de los Verdes.
Aún existe la incógnita de que va a pasar con el Nou Camp, y cuál sería el nuevo propósito de este recinto, el cual está bajo el mando de Roberto Zermeño.
Ustedes desde su casa ??
Nosotros desde el Estadio ??
¡HOY JUGAMOS TODOS! ???? pic.twitter.com/U5nZi3rG5c— Club León ???? (@clubleonfc) February 1, 2021