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Guerra de festivales por el recorte de recursos a Cultura

Expertos critican el reparto realizado por el ProFest en 2019. Y los festivales se lanzan a por los recursos para poder mantener una digna oferta cultural

Escrito en GUANAJUATO el

El ProFest se ecuentra en el centro de la polémica. Este programa de apoyo a los festivales artísticos que se celebran en México no ha contentado a casi nadie.

Creado por la Secretaría de Cultura en la etapa del presidente Enrique Peña Nieto, la ausencia de recursos federales lo ha convertido en el único motor de festivales culturales en todo el país y también en Guanajuato.  

Con el nuevo gobierno, el recorte en el Presupuesto para Cultura amenazó la existencia de muchos eventos artísticos en todo México. Por ello el ProFest 2019 cambió su convocatoria, añadió participantes y amplió su recurso para poder cobijar a todos estos eventos que podrían quedarse sin apoyo.

Pero el reparto, según denuncian varios de los organizadores, se ha hecho de forma desigual. 

El Apoyo a Festivales Culturales y Artísticos (ProFest), tabla de salvación de los eventos culturales tras los recortes.

Esta iniciativa creada por Rafael Tovar y de Teresa nunca funcionó como un medio para otorgar recursos de manera equitativa. Nació como un complemento para profesionalizar algunos festivales. 

La nueva y mejorada versión del ProFest recibió este año  110 millones de pesos y es parte del Programa de Apoyos a la Cultura, que contará con un presupuesto limitado a 500 millones de pesos.

Un total de 89 proyectos, los casi 400 que se postularon, fueron seleccionado el pasado 3 de junio por una comisión encabezada por Pablo Raphael de la Madrid, director de Promoción y Festivales Culturales de la Secretaría de Cultura.

Ahí figuran personalidades como Miranda Ibáñez, especialista en artes visuales; María Teresa Trujillo Posada y Verónica Carranza Tejado, expertas en danza; y Amparo Rincón, erudita en gastronomía. Como observadorestá el diputado Sergio Mayer, presidente de la Comisión de Cultura del Congreso Mexicano. 

Aunque solo tuvo voz y no voto, el diputado Sergio Mayer fue criticado en su participación del ProFest.

El inicio de la polémica

Desde que se lanzó la convocatoria, el ProFest levantó discusiones con respecto a su reglamento y requisitos. Su objetivo inicial era  apoyar a festivales que anteriormente se quedaban fuera de los recursos federales.  Al conocerse la selección de festivales que apoyará este año arreciaron las críticas. 

Arturo Saudedo, especialista en legislación cultural, y el dramaturgo Enrique Olmos  son algunas de las voces que han criticado la selección del ProFest. En 2018 los proyectos más beneficiados por el Presupuesto Federal fueron la FIL de Guadalajara, el GIFF, la Guelaguetza y Ambulante. En este 2019 fueron de los pocos que recibieron más de 5 millones de pesos para  su gestión.

Imagen de La Razón (www.razón.com.mx)

“Yo veo lo mismo de siempre: una falta de política cultural en relación con las formas de financiamiento de los festivales, que es una de las vertientes más importantes de producción cultural del país”, declaró Saucedo en entrevista con Excelsior.

Dos de los apoyos más cuestionados por los expertos fueron los destinados al evento Todos los Chiles Mexicanos de Jalisco y al Festival Cultural de la Nuez de Castilla.

“¡Es increíble! Se confunde peligrosamente la actividad artística profesional con ferias patronales, y se observan pocos apoyos para lo profesional… es una bofetada de la actual administración a la actividad profesional”. Aseguró Olmos de Ita.

El GIFF salió bien parado

El Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF) fue uno de los festivales que más abogó por flexibilizar las normas de aplicación. Vio reducido su presupuesto en un 60% comparado con el 2018. Una cuestión que obligó a los organizadores a aligerar su estructura. Los recortes impulsaron que el GIFF eliminara el programa Incubadora.

La convocatoria y sus tiempos dejaba mal parado a este festival guanajuatense. Desde entonces, su directora Sarah Hoch se convirtió en una de las más férreas opositoras a las reglas iniciales. Uno de los señalamientos más destacados fue que cada disciplina y sus festivales se gestionan y se estructuran de manera distinta, es por eso que los recursos no pueden meterse en el mismo canasto para todas las artes. 

“Para todos aquellos festivales que nos realizamos en el primer semestre del año fue muy difícil. Nosotros vamos a llegar en la rayita.”, expresó Sarah luego de la presentación del programa del GIFF el lunes 8 de julio.

Otro problema fue que el ProFest no permite que Asociaciones Civiles se presenten como organizadores de festivales culturales. La convocatoria solo es para instituciones estatales, municipales o de educación pública. El GIFF tuvo que ingresar a la convocatoria a través del Instituto Estatal de la Cultura. 

“Hay muchísimo que cambiar, muchísimo que corregir… una experiencia de éxito fue la comunicación que se dio para el caso en concreto del GIFF. Ya echamos en marcha, no una hoja ni dos, sino muchas de ellas con observaciones para mejorar el ProFest del año que entra”, dijo María Novaro, directora del Instituto Mexicano de Cinematografía, quien también estuvo presente en la rueda de prensa que reveló la programación del GIFF.

Además, los cinco millones de pesos de apoyo aprobados por el ProFest aún no llegan. La promesa es que el dinero estará liberado en octubre.

“O sea que todo es fiado”, expresó Sarah Hoch, “hay mucha esperanza de que el tema de los presupuestos cambie el próximo año, no podemos trabajar así, no podemos, nos dieron 5 millones y hablamos de presupuestos de 24 millones de pesos, además el apoyo llega hasta octubre, entonces es muy complicado trabajar así, no son las condiciones” añadió.

Programación insuficiente, expedientes incompletos, documentos faltantes o adeudos por parte del estado fueron las principales causas por las que casi el 80% de los proyectos inscritos se quedaron fuera del apoyo del ProFest. 

Las propuestas de la Fundación Elena Poniatowska Amor se quedaron fuera del apoyo debido a la falta de documentación. No completaron los requisitos del programa y se quedó fuera de las lista.

El Festival Internacional de Cine de Morelia tampoco pudo recibir el apoyo porque Michoacán presentaba adeudos ante el Gobierno Federal.  Mientras que los Premios Fénix perdieron el recurso por no cumplir con los requisitos que exige la convocatoria.  Tema polémico si recordamos que ferias del aguacate, la nieve y hasta de los chiles sí cumplieron esos requisitos.