León-. Caminar por la sala Jesús Gallardo en el Teatro Manuel Doblado y ver la obra “Del sobresalto al hallazgo” de Daniela Edburg, significa asombrarte cada vez más. El curador Irving Domínguez reunió 16 años de trabajo de la artista en una exposición fotográfica que combina la naturaleza con elementos tejidos, que sacuden la mente de cualquier espectador.
Un paseo por el arte y la ficción.
La artista visual que actualmente vive y trabaja en San Miguel de Allende ha llevado la ficción a sus fotos. En la segunda planta de la Sala Jesús Gallardo se exhiben imágenes únicas y surrealistas: un hombre con cabeza de venado, unas tetas de estambre, un musgo viendo televisión o una mujer posando sobre pájaros muertos.
El amor que Daniela Edburg tiene por los elementos de la naturaleza se nota en sus fotografías. Crea plantas y frutas con tejidos para hacerlas protagonistas de sus imágenes. Usa incluso cáscaras de plátano simulando que son pájaros volando para retratar a una mujer en el momento adecuado.
En una serie de fotografías la artista también expone obras que podrían clasificarse como oscuras bajo el nombre Killing Time. Una de ellas Atomic Picnic (2015), una impresión digital en la que una familia disfruta de un día de campo. De fondo, explota la bomba atómica.
De acuerdo con la reseña que hace el curador Irving Domínguez (Ciudad de México) sobre ella, “sus ficciones fotográficas son el resultado de la colaboración con amigos y conocidos”.
“En los últimos años su práctica se ha extendido a la integración de elementos textiles. El foco principal de su trabajo es la conexión humana con lo natural a través de lo artificial”.
La exposición “Del sobresalto al hallazgo” Daniela Edburg fue inaugurada el 23 de noviembre, como parte del programa del Festival Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC) y permanecerá en la sala del Teatro Manuel Doblado hasta el 13 de febrero. En esta se reúnen trabajos que la artista realizó durante 16 años.
Daniela ha buscado “crear conexiones desde sentirse fuera de lugar”. Por esto ha hecho residencias de artistas en Islandia, España, Francia, las Montañas Rocosas de Canadá y Estados Unidos, con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, el apoyo del Musée du Quai Brandly (París), el Museo de Arte de Denver (Colorado) y espacios independientes como Cherryhurst House (Estados Unidos).
Daniela Edburg, de 47 años, nació en Texas, en 1975. Es licenciada en Artes Visuales en la Academia San Carlos, en Ciudad de México. Es becaria del Sistema Nacional de Creadores con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de México desde el 2017.
Su trabajo puede verse en su sitio web o en su cuenta de Instagram, en donde incluso compartió una fotografía del montaje de uno de sus tejidos más relevantes, que hacen alusión a gusanos o serpientes de estambre, color amarillas, y que forman parte de una sesión de retratos a varias personas del mundo.
El curador Irving Domínguez también compartió una fotografía de la inauguración junto a Daniela Edburg. De fondo, sus obras “Cabra civilizada y cacas civilizadas” y “Venado civilizado y cacas civilizadas” (2014).
Daniel Edburg es la artista que observa y se cuestiona. ¿En qué se parece tu pensamiento a una milpa sembrada? ¿En qué se parece a los granos de un elote? ¿En qué se parece tu pensamiento a un pantano? ¿En qué se parece tu pensamiento al bosque? ¿En qué a un árbol?
¿En qué se parece a un río caudaloso? ¿En qué se parece tu pensamiento a la lluvia fina? ¿En qué´ al rayo? ¿En qué se parece tu pensamiento a la tempestad?
La artista visual colaboró con Iván Puig en una investigación llamada Ápeiron “a partir de la producción domestica de imágenes acompañada por el conocimiento del consejo de ancianos de la tribu yoreme de Cohuirimpo”, provenientes de Sonora.
Su obra permanecerá hasta el 13 de febrero en las salas del Teatro Manuel Doblado.
FOTOS: LA SILLA ROTA