Visita León el Príncipe Bantú de Camerún por nacimiento y refugiado en México por amenazas de muerte al cuestionar las diferencias de clases sociales y acciones de su padre, el rey Mbombo Njoya.
El Príncipe camina libre y despreocupado por la ciudad. Sin lujos ni sirvientes. Y con una vestimenta sencilla pero llamativa. Destaca entre la gente por sus dos metros de altura. A simple vista no te imaginarías que ese hombre alto y fornido es un Príncipe.
En una visita a León con una campaña internacional por la paz y los derechos humanos.
Jean Louis Bingna nació como Príncipe en el Palacio Bamoun de Camerún. Es nieto de uno de los padres de la independencia de Camerún, Ruben Um Nyobe. Pero huyó de su país porque aparecía en la lista negra del gobierno. Lo querían matar por promover la democracia en un país que se encuentra dividido por la guerra y los conflictos tribales.
“Cuando en una llamada me avisaron que aparecía en la lista negra del gobierno de Camerún, solo pensé en huir. No sabía a dónde. Solo sabía que no quería morir”, platicó el príncipe con un español fluido.
Bingna habla con soltura. Y relata a La Silla Rota que el primer país al que solicitó asilo político fue a Estados Unidos. Fue su madre quien lo alertó de los conflictos diplomáticos con Estados Unidos y le advirtió que en ese país también lo podían matar. Entonces tomó la decisión de hacer la solicitud al gobierno mexicano, pues no había conflictos bilaterales con su país natal .
El Príncipe llegó a Durango en 2011. Su hermana tenía una amiga que le ayudó a arreglar su residencia en México. Bingna reside en la CDMX y actualmente funge como embajador de causas africanas en América Latina. Como mensajero de la paz ofrece pláticas sobre causas en favor de los Derechos Humanos.
Se le cuestionó al príncipe sobre si estaba de acuerdo con la llegada a México de Evo Morales, expresidente de Bolivia como asilado político:
“México es tierra de y para refugiados, pues no tiene grandes conflictos con los países. La vida aquí no es malísima como la pintan los medios internacionales. Estoy de acuerdo con la llegada de Evo, aquí vivirá bien. Únicamente tiene que respetar las leyes mexicanas”, afirmó Louis Bingna.
Actualmente trabaja como maestro en la UNAM y en diversos campus educativos. Renta su propio apartamento, dónde tiene prohibido recibir visitas.
Jean Luis renunció a las escoltas que ofrece México a sus asilados políticos que corren alto riesgo. Escoltas de seguridad además de la residencia sin vigencia en el país es lo que se ofrece a los refugiados. Pues el gobierno no les proporciona dinero o una pensión para subsistir, únicamente les facilita la documentación para su estadía legal en el país.
El príncipe habla un español fluido después de 8 años de residencia en México, pero añora su país natal.
El Príncipe exiliado tiene todos los derechos de un ciudadano mexicano. Puede entrar y salir del país, tiene derecho a prestaciones en sus empleos y a moverse en libertad. Ha preferido una vida sencilla y de bajo perfil en México, pues asegura que puede moverse con mayor libertad.