Tito Samuel Ortiz, es un joven guanajuatense de 25 años originario de Irapuato, que recibió el 18 de enero el nombramiento del Mejor Orador del Mundo. Junto con otros dos mexicanos ganaron los tres primeros lugares del subcampeonato de debate. Es la primera vez que un mexicano y, además, orgullo guanajuatense, se coloca como el Mejor Orador a nivel mundial.
Durante sus años en preparatoria el joven irapuatense fue invitado a un concurso de debate organizado por Instituto de la Juventud de Guanajuatense (INJUG) el cual fue su primer acercamiento a esta técnica de comunicación. A pesar de ser la primera vez que participaba en un concurso como este, Tito se destacó por su talento e inteligencia y pasó a la etapa nacional.
Es la primera vez que un mexicano se coloca como el mejor debatiente del mundo en español y estoy orgulloso de haber representado a mi país y ponerle en lo más alto de este ranking ????
— Tito Ortiz (@Titosov) January 18, 2021
Para nada orgulloso de que @IBERO_mx haya negado apoyar debate como actividad estudiantil. pic.twitter.com/VV4B3YIDZe
En el concurso nacional, organizado por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE), tuvo la oportunidad de representar al estado de Guanajuato. A pesar de no haber obtenido el primer lugar, el estudiante de preparatoria enfrentó esta situación optimista y agradeció la oportunidad de explorar en esta área.
“Esta experiencia me ha ayudado mucho a aprender y a explorar los límites de mis propias ideas y a atreverme a exponerlas frente a otros”, comentó Tito, joven irapuatense.
Durante la universidad, que aún está por concluir, Tito participó en el Campeonato Mundial Universitario de Debate en Español (CMUDE). En este torneo, el más importante de debate a nivel mundial y universitario en español. El joven se destacó por su talento y se ganó el reconocimiento del Mejor Orador del Mundo.
En la competencia, él y su compañera poblana, Marcela Gómez, se enfrentaron en pareja a otros 350 equipos donde fueron evaluados de manera grupal e individual. En el campeonato Tito, Marcela y Rubén Sánchez, del Edo de México, obtuvieron el puntaje más alto de manera individual y ocuparon los tres primeros lugares del subcampeonato. Los jóvenes hicieron historia ese día, pues no solo fue Tito el primer mexicano en haber ganado este concurso en la historia, si no que el top 3 fue ocupado por mexicanos únicamente.
Rubén Sánchez, Marcela Gómez y Tito Ortiz, ganadores de los tres primeros lugares en el subcampeonato de la CEMUDE
“Muy contentos de poner el nombre de México en lo más alto posible y devolverle ese protagonismo que se había perdido con estos últimos años”, manifestó Tito.
Hoy el joven estudia la carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México (Ibero Mx). Tito se encuentra trabajando tanto en la iniciativa privada como en el sector público.
Entre sus actividades académicas, de debate y laborales, el mejor orador del mundo, es actualmente consultor de análisis e implementación de políticas públicas y también atiende temas de regulación de políticas públicas del sector energético mexicano.
Tito Ortiz agradece el apoyo que el gobierno de Guanajuato le ha dado para impulsar su carrera y manifiesta que no ha visto este apoyo en otras partes del país.
“Es alentador los apoyos que el estado tiene para los jóvenes y debería ser replicado en el resto del país, especialmente en América Latina”, expresó el futuro politólogo.
Sobre su futuro, Tito planea estudiar una maestría en el extranjero, pero considera que el estado es un espacio adecuado y prometedor para los guanajuatenses que quieran llegar más lejos.
“La apuesta por el desarrollo del capital humano en Guanajuato está siendo muy alta y sé que va a traer frutos”, comentó el joven orador.
El joven guanajuatense expresó que el debate es un espacio para pensar y proponer soluciones que lleven a un mundo mejor. Tito manifestó que su deber como mexicano no acaba con este logro y tiene un compromiso con los demás ciudadanos: encontrar la manera para que más jóvenes como él puedan alcanzar sus sueños.
“Es una situación de compromiso y obligación poder devolver un poquito de lo que nosotros tuvimos y sobre todo que las condiciones sean justas y prósperas para quienes no han sido así”, concluyó.