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En este árbol empezó el ataque contra los estudiantes de la UG

En un terreno despoblado, a unos 100 metros de la Universidad de Guanajuato, donde los alumnos descansan y se toman una cerveza, disparos mataron a Ángel

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Escrito en GUANAJUATO el

Irapuato-. Todo empezó bajo la sombra de un pino casuarina que hoy tiene una cinta de precaución como indicio del ataque de elementos de la Guardia Nacional a cuatro estudiantes de la Universidad de Guanajuato, donde Ángel Yael, futuro agrónomo de 19 años, murió.

Este árbol está en un predio solitario frente a una hacienda, en un camino de terracería de la comunidad El Copal, a unos 100 metros de la casa de estudios. A un costado están los ductos de Pemex, donde los guardias hacen operativos para controlar el huachicol y donde los jóvenes buscaban una distracción terminando las clases. Hoy esa vía causa temor.

Vecinas de El Copal llevaron a La Silla Rota al lugar exacto donde ocurrió el ataque, en Irapuato. Para llegar hay que tomar la calle de las oficinas de la Escuela de Agronomía y seguir por una carretera que lleva en el primer camino a la derecha, a una hacienda de un reconocido exprofesor de Agronomía. El camino es solitario y lleva a un pino grande que aprovechan los alumnos para tomarse una cerveza y descansar. 

"Les gusta mucho venir aquí", dice uno de los pobladores de El Copal. 

Hoy la cinta de precaución que rodea el árbol es el recuerdo de la tragedia. 

¿QUÉ FUE LO QUE PASÓ?

Este miércoles 27 de abril 12 estudiantes pasaban la tarde en este terreno de El Copal después de terminar la clase, iban en tres vehículos. Un señor en bicicleta que estaba cerca les tomó una fotografía con su celular, pero hasta ese momento nadie sospechaba lo que pasaría. Minutos después unidades de la Guardia Nacional llegaron al predio, acercándose a ellos. Los alumnos decidieron irse para evitar problemas, abordaron un vehículo cada uno, se fueron en grupo. 

Eduardo, Ángel, Laysa y Edith fueron los últimos en arrancar, iban hasta atrás de los vehículos de sus compañeros, en una camioneta Ford blanca. Lalo iba conduciendo, tomó camino hacia la carretera que lleva a la universidad, pisó el acelerador por temor a la Guardia Nacional, pues según la delegada de la comunidad Perla Murillo, ya había el registro de que los elementos robaban las pertenencias de los estudiantes en operativos de "revisión". 

El miedo que tenía Eduardo a cualquier acción de los guardias nacionales hizo que acelerara su camino, ir hasta atrás de la caravana los puso en peligro. Él conducía, su amigo Ángel iba de copiloto, Laysa y Edith estaban en la parte trasera. No sabían por qué los perseguían, solo suponían que debían irse de ahí. Entonces comenzaron a sonar los disparos, uno de los elementos de la Guardia Nacional apuntó su arma contra la camioneta y sin mediar palabra, el encapuchado atacó a balazos el vehículo de los estudiantes.

"La Guardia Nacional llegó disparando", contó Eduardo a sus compañeros con voz cortada. 

Una casquillo perforó la parte trasera de la camioneta hasta llegar a la cabeza de Ángel, de 19 años. Lalo no sabía que su amigo se estaba desangrando hasta que lo volteó a ver, tenía la mirada perdida, dijo en su testimonio.

Ángel Yael Rangel, de 19 años,  murió en el ataque. Edith Alejandra Carrillo, de 22 años, quedó herida, actualmente se encuentra estable, informó la Secretaria de Gobierno Libia García.

Eduardo y Laysa sobrevivieron, resultaron ilesos. 

VECINOS PIDEN JUSTICIA

Hoy El Copal está de luto. Angélica, vecina de la comunidad reprueba el actuar del elemento de la Guardia Nacional, asegurando que no tiene justificación para haber disparado, que los alumnos no son delincuentes. Agregó que los elementos protegieron a su compañero, pues lo tenían "encerrado" en la unidad y nunca señalaron quien fue. "Se fueron muy sorditos para afuera", dijo. 

"Estamos tristes aquí en la comunidad de El Copal, de ver lo que pasa, de ver que la Guardia Nacional los apoye, nomás vienen a hacer su relajo. El papá se soltó a llorar, les dijo muchas groserías a los elementos de la Guardia Nacional y estaba en su derecho porque lo que hicieron no tienen nombre, fue una cosa muy violenta y muy fea, muy triste. ¿De qué se trata? ¿Vienen a cuidar o vienen a hacer su desmadre?", dijo enojada la señora Angélica. 

"Esperemos que haya castigo para la persona que hizo esto, porque no tiene nombre". 

Petra Fernández tiene más de 20 años vendiendo dulces en la comunidad, este miércoles fue testigo del trágico hecho. Dice que entre gritos los vecinos pedían que el elemento saliera, pero sus compañeros "le quitaron las armas, le quitaron todo". 

"Por qué lo guardan ahí, por qué lo protegen. No queremos que lo protejan porque va seguir haciendo lo mismo (...) lo estaban protegiendo porque llegó una licenciada y empezó a hablar con él, por qué no lo bajaron", reclama Petra. 

YA HABÍA REGISTRO DE ROBOS A ESTUDIANTES

Perla Murillo, delegada de El Copal, confesó que no es la primera vez que los elementos de la Guardia Nacional abusan de su poder, en ocasiones anteriores alumnos de la Universidad de Guanajuato reportaron que en operativos de revisión les han robado pertenencias. 

"Con lo de ayer estamos indignados como comunidad por la acción de la Guardia Nacional. Sabemos que no tenía motivo de porque haber disparado de esa forma contra un estudiante. Por otra parte, ya habíamos tenido reportes de que los de la Guardia Nacional cada que hacían sus rondines cuando los revisaban les robaban sus pertenencias". 

LA GUARDIA NACIONAL EN GUANAJUATO

La delegada pide respuesta no solo a las autoridades locales y estatales, sino al presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, pues una de sus estrategias a la llegada de su gobierno, en 2018, fue la implementación de la Guardia Nacional para la seguridad pública en el país, buscando la militarización. 

"Queremos respuesta del Presidente porque él fue el que los puso aquí, no queremos que ese tipo de acontecimientos vuelvan a suceder en la comunidad. Ellos manifiestan que no se paró la camioneta pero eso no es para que les hayan disparado, no tenían motivo alguno para dispararle a esos estudiantes". 

En México hay 81 cuarteles de la Guardia Nacional, 18 de ellos en Guanajuato. De hecho la base que tienen en Irapuato está a unos 150 metros de la Universidad de Guanajuato. 

En el cuartel del municipio dos guardias nacionales vigilan el lugar. Una elemento armada que operaba desde la torre de vigilancia se escondió al detectar la presencia de este medio. Su compañero observaba desde una ventanilla cuadrada y pequeña. Solo se le miraban los ojos. Al detectar la presencia de La Silla Rota se molestó y comenzó a grabar.