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En carriola, cargados o carretillas, así llevan a abuelitos a vacunar

Debido a la precariedad en la que viven algunas familias de todo el país, algunas personas utilizan cualquier recurso para llevar a sus abuelitos a vacunas

Escrito en ESTADOS el

Es sábado 13 de marzo, es el segundo día de vacunación en San Isidro Monjas, agencia de Santa Cruz Xoxocotlán, municipio conurbado a la capital de Oaxaca.

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Con todas sus pequeñas fuerzas, el pequeño Javier empujaba la carriola para llegar al puesto de vacunación.

Y así fue, en una vieja carriola para bebé, habilitada como silla de ruedas, un niño de no más de 11 años llevó a su abuelo a vacunar.

El cuerpo del abuelo Víctor apenas cabía en la carriola. Encorvado el cuerpo, su cara casi pegada al pecho, pero sin soltar el bastón con el que se apoya, hacía un gran esfuerzo para mantener sus piernas arriba y permitir que la carriola no se atorara, narra una nota de Página 3 y firmada por Paulina Ríos.

Al llegar al filtro de entrada, un policía municipal le preguntó:

-¿Quién es el responsable de tu abuelito?

-Yo, contesta firmemente y con orgullo.

-¿No tienes un hermano, o alguien más que venga?

-Sí, él, dice y señala al niño de unos 7 años que le acompaña.

-¿Alguien más que esté en tu casa?

–No, vivimos solos con mi abuelo.

A un lado de los pequeños también se encontraba el doctor Antonio Vargas Zurita, quien, al verles sin cubrebocas, les regaló uno a los niños.

De inmediato, las personas encargadas le ayudaron a pasar aun cuando no estaban en la fila y su día de vacunación había sido el viernes.

Ante el esfuerzo de los pequeños porque el abuelo no se quedara sin vacuna, ninguna de las personas formadas se quejó.

Tras ser vacunado, a don Víctor le baja un poco la presión arterial y la médico a cargo se da cuenta que tenía “el azúcar baja”.

De inmediato la doctora le pide su credencial de elector para ver dónde vivían en caso de tener que buscar a un familiar de mayor edad o de utilizar una ambulancia para transportarlo a algún hospital, en caso de seguir sintiéndose mal.

De inmediato el niño se dirige al abuelo y le dice tajante: “no, no se la enseñes abuelo, yo les digo dónde vivimos, pero no les enseñes la credencial”.

A la maestra Citlalli, quien fungió como representante de la colonia Indeco para el proceso de vacunación, la respuesta le causó ternura y risa.

Considera que dijo eso porque “seguramente ha escuchado que no deben mostrar ni entregar la credencial de elector para vacunarse”.

Al pasar los minutos, don Víctor fue recuperándose y pudo concluir su proceso y volver a su casa.

CARGA A SU MAMÁ EN COAHUILA

Hace unos días, la historia de un hombre que cargó a su madre para que fuera vacunada contra la covid-19 en Coahuila también conmovió a miles de personas.

Testigos aseguraron que el hombre llegó en una camioneta, pero no contaba con una silla de ruedas para poder trasladar a su madre, por lo que tuvo que cargarla hasta que llegaron al módulo de vacunación, ubicado en el Conalep de Piedras Negras.

LLEVAN EN CARRETILLA A ABUELITA

Otra historia más de cómo las personas adultas llegan a los puestos de vacunación contra la covid-19 se dio en Batopillas, Chihuahua.

A través de redes sociales, se hizo viral la historia de Bartola, una mujer que está por cumplir un siglo de vida y quien fue llevada por su hijo, de 70 años, a bordo de una carretilla para llegar al centro de vacunación y poder ser inoculada.

Con información de ADN 40