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Ellos son los trabajadores que derrotaron a la CTM en General Motors Silao

Un grupo de trabajadores organizó el movimiento al interior de la planta de automóviles, sin que se dieran cuenta los jefes del sindicato y los directivos.

Escrito en GUANAJUATO el

Silao, Guanajuato.- Los trabajadores que derrotaron a la CTM en General Motors construyeron un movimiento de manera silenciosa para no ser descubiertos por el sindicato. Cuando fueron detectados, todos fueron despedidos. Pero el movimiento ya estaba en marcha.

“¡Ganamos!”, gritó Israel Cervantes, un trabajador de la línea de producción, originario de la comunidad de La Aldea, en Silao, que fue despedido hace 3 años. “¡Lo logramos!”, les decía a los compañeros mientras se abrazaban unos a otros, después de dar una conferencia de prensa en donde anunciaron que 3 mil 214 trabajadores de GM votaron a favor del NO. 3 mil 214 ex compañeros suyos votaron a favor de NO seguir con el contrato colectivo de trabajo que mantenía la CTM desde hacía 26 años.

La votación no fue fácil. Otros 2 mil 623 trabajadores votaron a favor de SÍ seguir con el contrato colectivo de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

Los trabajadores que hicieron la hazaña son 8 ex empleados. Hace tres años, ellos comenzaron a denunciar al interior que no estaban de acuerdo en las prestaciones y con las condiciones de trabajo. Uno a uno los fueron despidiendo.

“Yo estaba en la línea de producción de motores. Y empecé a denunciar que algunas cosas no estaba bien y me despidieron”, dijo Carlos Ignacio Martínez, quien trabajó 10 años en la empresa. “No puedo creer que hayamos ganado”, dijo. Carlos Ignacio fue despedido porque se enfermó y el sindicato no le creía. “Decían que yo me estaba haciendo el enfermo y que no quería trabajar, pero en realidad me sentía mal. Por eso decidí dar la lucha por las mejores condiciones de trabajo”, dijo.

“Esto es algo histórico. Le ganamos el contrato a la CTM. Es histórico”, dijo José Luis Mosqueda, quien fue despedido por invitar a sus compañeros a unirse al movimiento. José Luis Mosqueda estuvo 22 años en la compañía norteamericana y ahora está pidiendo que lo reintegren a su trabajo.

Los trabajadores hicieron un trabajo silencioso para concientizar a los compañeros. Se reunían en secreto y ocultaban los nombres de los participantes. La clave era ganar seguidores, sin ser descubiertos por el Sindicato y por la empresa.

Dos mujeres fuer on importantes en la promoción del voto en el interior de General Motors. Ellas son Ivonne Ramírez y María Guadalupe Ibarra. Ambas trabajaron durante dos años para concientizar a los compañeros de que el contrato de la CTM no era favorable para los trabajadores y que debían pedir la legitimación de acuerdo a Reforma Laboral del 2019. Ivonne Ramírez fue detectada por la empresa y despedida en el 2019. María Guadalupe Ibarra también fue despedida hace dos años por apoyar al movimiento que pedía terminar el contrato con la CTM.

En un principio, el sindicato CATEM del senador de Morena, Pedro Haces, asesoró a los trabajadores para organizarse, pero después se alejaron. Más adelante fueron apoyados por el sindicato AFL-CIO de Estados Unidos y por Unifor de Canadá -ambos ligados a Napoleón Gómez Urrutia-, pero ahora los trabajadores no quiere adherirse a una organización. Ellos quieren formar su propio sindicato independiente con los compañeros de General Motors Silao y no unirse a siglas ya conocidas.

“Nosotros queremos ser independientes. No queremos ser de CATEM o de CTM. Queremos hacer una organización entre los compañeros y buscar el contrato colectivo de trabajo con la empresa. Y nosotros negociar con la empresa”, dijo Israel Cervantes.

 

Los trabajadores de General Motors Silao son los primeros de una empresa grande que logran el NO en el nuevo proceso de legitimación que exige la Ley Laboral en México. Este movimiento representa un cambio profundo en el sindicalismo mexicano, ya que abre la posibilidad de que otros trabajadores como ellos busquen terminar con los contratos de protección patronal y decidan mediante los votos construir contratos nuevos.

“¡Lo logramos!. ¡Lo logramos!”, dijo el trabajador José Luis Mosqueda, levantando los brazos. “Ahora hay que cuidarnos y hay que organizarnos”, concluyó.

"¡Trabajadores, unidos, jamás serán vencidos!. ¡Trabajadores, unidos, jamás serán vencidos!", gritaron.