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El Negro Palma, un peligroso chileno que se escondió 17 años en Guanajuato

Ricardo Palma Salamanca se escapó de una prisión en Chile después de sentenciarlo a tres cadenas perpetuas; se escondió por 17 años en San Miguel de Allende

Escrito en GUANAJUATO el

El Negro Palma es considerado un peligroso fugitivo que se escondió por 17 años en San Miguel de Allende, una de las ciudades más turísticas de Guanajuato; ahí, se dedicó a secuestrar y torturar a sus víctimas, luego de huir de una prisión de alta seguridad en su país natal, Chile.

El Negro Palma nació el 1 de julio de 1969 en Santiago de Chile. Su nombre, Ricardo Alfonso Palma Salamanca; un hombre que a los 21 años de edad asesinó al senador Jaime Guzmán, de la Unión Demócrata Independiente, partido de derecha en aquel país. Fue capturado en 1992 y condenado a tres cadenas perpetuas en prisión en su país natal. En 1996 Raúl Escobar Poblete lo rescató de prisión y juntos llegaron a esconderse a San Miguel de Allende a principios de los años 2000, lugar en el que secuestraron y torturaron; 17 años después, Palma escapó de las autoridades guanajuatenses y Escobar fue capturado.

Palma es la pieza clave de la que poco se habló en el secuestro de una ciudadana franco americana en San Miguel de Allende, por eso, las autoridades guanajuatenses lo tienen en la mira.

El Negro huyó de Chile luego de protagonizar una histórica fuga desde una cárcel de máxima seguridad, en la que recientemente había sido recluido y condenado como autor material de los asesinatos del senador Jaime Guzmán, el coronel de carabineros Luis Fontaine y el sargento de Ejército Víctor Valenzuela Montecinos; por cada uno recibió una cadena perpetua.

LA TRANSICIÓN DE UN CRIMINAL

El historial criminal de El Negro Palma empezó a los 16 años, buscando justicia por la tortura a la que fueron sometidas sus hermanas en diferentes épocas por la Central Nacional de Informaciones (CNI). Era un joven sensible, tímido y vulnerable, describe su expediente. A 30 años del evento que marcó su destino, esto es lo que sabemos de un peligroso chileno que se escondió en Guanajuato y se mezcló entre la sociedad, bajo el seudónimo de Esteban Manuel Solís Tamayo.

El Negro Palma capturado en 1992.

En 1985 Ricardo Palma ingresó a las Juventudes Comunistas de Chile, tenía 16 años de edad, al año siguiente se integró a las Milicias Rodriguistas y cuatro años después, a finales de los ochentas, Palma Salamanca se consolidó dentro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).

Para 1990 Palma ya destacaba entre las cuadrillas del Frente, en ese mismo año conoció a Raúl Escobar Poblete, alias Emilio, con quien cometería las acciones más radicales de la organización. A Palma lo conocían como El Negro Palma o Rafael.

El Negro Palma, año 2018 en Francia.

En mayo de 1990, Ricardo Palma asesinó al coronel de Carabineros Luis Fontaine; en octubre, también del 90, le disparó al sargento segundo del Ejército Víctor Enrique Valenzuela Montecinos, escolta de avanzada de Augusto Pinochet, dictador chileno; el primer día de abril de 1991 asesinó al senador de derecha Jaime Guzmán; entre el 9 de septiembre del 91 y el 1 de febrero del 92 secuestró a Cristian Edwards, joven empresario e hijo de Agustín Edwards, dueño de El Mercurio, un periódico Chileno.

Todos los asesinatos los cometió junto Escobar Poblete. Pero Palma se hizo popular al ser capturado a Escobar Poblete solo se le identificaba por la ficha de búsqueda internacional.

El 25 de marzo de 1992 el ya conocido como El Negro Palma fue capturado y puesto en prisión preventiva en la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago. Cuatro años después, luego de ser sentenciado a tres cadenas perpetuas por los homicidios de Valenzuela, Guzmán y el secuestro de Edwards, y a 15 años más por la muerte de Fontaine, Ricardo fue rescatado de prisión en una fuga aérea.

El 30 de diciembre de 1996 Raúl Escobar Poblete realizó un operativo para sacar a Palma de la cárcel. La operación se llamó “Vuelo de Justicia”; ideada por El Comandante Ramiro (otro chileno aliado frentista) y comandada por Escobar Poblete.

Fue una operación llena de fraternidad, por la vida, en la que pudimos rescatar a los compañeros que nos propusimos, cumplió todo los objetivos, escribió Poblete en una carta a Proceso desde el Penal de Máxima Seguridad ubicado en Ocampo, Guanajuato.

El comandante Emilio logró penetrar la prisión a bordo de un helicóptero, en el rescate les regresó la libertad a Palma, y a otros dos compañeros. Desde ese día, Raúl y Ricardo desaparecieron del mapa. Hasta que unos años después llegaron al corazón de México, donde intentaron reiniciar su vida con nuevas identidades.

SE REFUGIAN EN GUANAJUATO

A principios del año dos mil, Raúl Escobar y Ricardo Palma llegaron a México, se establecieron en San Miguel de Allende, municipio de Guanajuato. Raúl se hacía llamar Ramón Guerra Valencia y Ricardo, Esteban Manuel Solís Tamayo.

En dupla crearon una revista que se llamó Espiral. Raúl escribía y Palma era el fotógrafo. Así era la vida que le mostraban a la sociedad sanmiguelense, pero en las sombras, los fugitivos chilenos habrían cometido secuestro y tortura a más de una víctima, sin embargo, las autoridades únicamente los investigaban por el secuestro de Nancy Michel Kendal, ciudadana franco estadounidense que residía en San Miguel de Allende.

Portada de la revista Espiral, edición del mes de octubre de 2013.

Los chilenos pudieron camuflajearse por 17 años en tierras guanajuatenses, pero en el año 2017, Escobar Poblete fue capturado por secuestro y tortura. El dedo de una de sus víctimas y un taxista valiente lo delataron. Palma logró huir una vez más.

EL ÚLTIMO SECUESTRO DE ESCOBAR Y PALMA

Eran las 11:30 de la mañana del 13 de marzo de 2017, Nancy Michel Kendall de entonces 61 años de edad llegó al centro de San Miguel de Allende. Cuando Nancy caminaba por Calzada de la Aurora un hombre la interceptó, el sujeto tenía un ramo de flores con el que se cubrió el rostro y en francés le dijo, “las flores, señora”, eso fue lo último que vio y escuchó la víctima mientras otra persona la sorprendió por la espalda y la subió a la fuerza a una van. Así empezaron los casi tres meses del secuestro de una ciudadana franco americana, que residía en el municipio sanmiguelense.

Los detalles los relató Nancy en su testimonio ante el Tribunal de Juicio Oral del estado de Guanajuato.

Para el 30 de mayo del mismo año la mujer de 61 años fue liberada sorpresivamente. Uno de sus plagiarios había sido capturado cuando intentó enviar el dedo meñique de la víctima a su esposo, para obligarlo a pagar el rescate, bajo la amenaza que en la siguiente ocasión recibiría el cuerpo de Nancy, en la misma presentación.

Informe entregado por la Fiscalía de Guanajuato, en semejanzas con otros casos de secuestro.

El capturado Raúl Escobar, responsable del envío del paquete en un taxi público. El olfato del taxista y la persecución de una camioneta, tripulada por Escobar, lo alertaron; el taxista abrió el paquete, asustado por el contenido se paró en una gasolinería y marcó al 911; así capturaron a Poblete; un chileno que tenía orden de aprehensión internacional por el asesinato del senador Jaime Guzmán y que desde 1996 las autoridades le perdieron el rastro.

“Me tiene la policía”, fue lo poco que avisó Escobar a su secuaces. Después de esa llamada, de la casa en donde tenían privada de la libertad a Nancy sacaron cosas rápidamente, y a la víctima la dejaron ir.

Hasta este día Nancy llevaba 78 días en cautiverio en un pequeño inmueble ubicado en circuito Azucena 22 del fraccionamiento La Vista.

Escobar llevaba dos cartas escritas en francés por Nancy., esto lo ligaría y condenaría a 60 años de prisión por el delito de secuestro. Pero el comandante Emilio no operaba solo, su mano derecha y operador de confianza, El Negro Palma, responsable de la tortura a la que fue sometida Nancy, según sus propias declaraciones.

Para cuando el nombre de Ricardo Palma, se escuchó en tribunales, el fugitivo chileno ya había huido de México. Una vez más, El Negro Palma libró la prisión.

Según los relatos del Negro Palma, de México huyó a Cuba y de ahí, a Francia, país en el que consiguió asilo político el 2 de noviembre de 2018.

A pesar de haber torturado a una ciudadana franco americana, Palma Salamanca consiguió refugio en Francia, sitio en el que vive libre de persecución policiaca. Incluso participó en su propio documental titulado “El Negro: Ricardo Palma Salamanca no es el mismo de 1991: borró su pasado”.


SP