Tarandacuao.- Javier Servín es artesano, artista, maestro, empresario… y es guanajuatense. Su empresa, Cerámica Servín, se ubica en Tarandacuao, uno de los municipios más pequeños del estado de Guanajuato.
Para ser precisos, en la comunidad La Purísima está su lugar. Lleno de vasijas, tazas, platos, jarrones y toda clase de obra de arte que ha encantado a mexicanos y a quienes lo aprecian en varios países del mundo.
Javier Servín es un artesano, artista, maestro y empresario guanajuatense. (Foto: La Silla Rota)
Cerámica Servín comenzó hace más de 40 años por el ingenio de su fundador Javier Servín, quien utiliza técnicas innovadoras para el desarrollo de artesanías en cerámica, porcelana y otros materiales.
Él destaca la diferencia entre arte y artesanía. Y clara: Su camino es en vía a hacer arte.
“La línea que divide la artesanía del arte es muy pequeñita. Creo que nosotros ya estamos avanzando más a hacer arte, donde plasmas ya un sentimiento dentro de la pieza y esta expresa idea, energía"-
El producto de Cerámica Servín se exporta a Alemania, España, Colombia y Japón. (Foto: La Silla Rota)
“Empezamos esto en 1980 con la idea de hacer el primer taller y ha sido el transitar por no conocer nada, pero ahorita exportamos a Alemania, a España, Colombia y tenemos clientes en Japón”, declaró.
Para Javier, tan importante es llevar sus productos al ámbito internacional como el mercado mexicano. De hecho, el 50% de sus artesanías son para el consumo nacional y el otro 50% se va al extranjero.
Posee como plataformas de venta medios digitales, galerías de arte y tiendas de artesanías ubicadas en Tarandacuao, San Miguel de Allende y León.
Involucró a su comunidad para compartir con más gente los conocimientos y técnicas para realizar las artesanías por las que ahora son tan famosos.
Antes de iniciar con todos estos talleres, vendía piezas en la Ciudad de México, y después logró el reconocimiento internacional y ganó el Premio Nacional de la Cerámica, en 1986; invirtió todo en su propio negocio.
Su negocio creció y regresó a tierras guanajuatenses. Le llegó la información de un terreno muy grande, donde puso el taller. En 1992 se estableció en La Purísima en Tarandacuao.
Hoy ahí se producen más de 200 modelos diferentes en cerámica de alta temperatura y con procesos originales e innovadores, detallados para la creación de las piezas artesanales únicas.
Producen sus nuevas líneas de porcelana y joyería en plata. Con el acompañamiento de Cofoce, forma parte de las Aldeas Digitales de Guanajuato y tiene mayor presencia en canales digitales.
JP