De acuerdo con informes de autoridades nacionales e internacionales, hasta el momento no hay evidencia de que exista infección de virus a partir de cadáveres de personas fallecidas por COVID-19. Sin embargo, el Gobierno Federal establece que aún así puede considerarse que estos cadáveres representan un riesgo de contagio para las personas que entren en contacto directo.
Por lo anterior, es que las autoridades sanitarias federales sugieren que las dependencias competentes en los momentos de defunción de pacientes, expliquen a las familias la rigurosa necesidad de no tocar ni besar el cuerpo.
En el mismo protocolo se indica que al momento de la entrega del cadáver por parte del personal, la familia ya debe tener un plan de disposición del cuerpo y con los servicios funerarios contratados, por lo que es decisión de la familia determinar el destino final del cadáver.
Las autoridades explican que dicha disposición final del cadáver tiene que ser lo más pronto posible y preferiblemente mediante cremación, pues de acuerdo a sus estudios y análisis, las cenizas no suponen ningún riesgo de contagio. Sin embargo, de no ser posible la cremación, se puede practicar la inhumación en sepultura o bóveda. Por otro lado, si la familia decide que será entierro, éste se desarrollará en condiciones habituales.
Asimismo, la federación explica que la familia puede recibir el pésame en su hogar siempre y cuando se encuentren sin síntomas de problemas respiratorios, no involucren concentraciones de personas en áreas pequeñas, se asegure la adecuada ventilación del área de recepción y se tomen en cuenta los lineamientos de sana distancia.
Finalmente, se aconseja evitar la realización de velorio que impliquen reuniones o aglomeraciones de personas en contacto con el cuerpo. Sin embargo, en caso de realizarse el velorio, se recomienda sea menos de cuatro horas, con féretro cerrado y con menos de 20 personas.
En el caso de Guanajuato y de acuerdo a las cifras de la Secretaría de Salud, a la fecha lunes 13 de abril, se han registrado cinco defunciones. Sin embargo, al preguntar a las autoridades estatales sobre el seguimiento a los casos de defunción, la respuesta fue que ese tema está fuera de su competencia, por lo que es responsabilidad de los municipios atender dichos casos.