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Desplazados de Aguililla: nos largamos de un estado de terror

En tan solo ocho días suman cerca de 100 familias las desplazadas por los ataques armados del CJNG en esa zona de Tierra Caliente

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APATZINGÁN.- Apenas se escuchan los primeros estruendos de los fusiles de asalto y los habitantes de Aguililla, Michoacán, empiezan a vivir un estado de terror, narran algunos pobladores desterrados por la narcoviolencia.

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En tan solo ocho días suman cerca de 100 familias las desplazadas por los ataques armados del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en esa zona de Tierra Caliente.

“Cuando oímos el primer tiro, los niños, nuestros hijos, nuestros nietos, corren debajo de las camas, se aterrorizan, tiemblan”.

“Es un trauma, vivimos en un estado de terror y de guerra, como el de Siria o Afganistán; es como un sueño, una pesadilla”, narra uno de los habitantes que pide el anonimato.

El hombre de avanzada edad cuenta que en esta reciente ofensiva del CJNG tuvo que abandonar, junto con su familia, sus tierras, su vivienda y el lugar que lo vio nacer.

Yo me salí por miedo, porque con la violencia que impera en ese municipio o en todos los poblados del municipio de Aguililla, no se puede vivir en paz

Platica, que tuvieron que fueron desplazados de Aguililla por el miedo, pues la última vez de los ataques, estuvieron a punto de matarlos.

Recuerda que se empezaban a disparar un grupo armado contra el otro y entraban balas por todas partes de su casa.

Entraban las balas por las ventanas, por los techos de tejaban y de lámina, pues mi familia se espantó y tuvimos que salir; que huir

“Salimos 16 familiares, entre hijos, hermanos y parientes; salimos de ahí huyendo como locos, porque ya la última vez, sinceramente, las balas nos daban por toos lados y ya no se pudo vivir ahí”, expuso.

Señala que la célula criminal del CJNG dicen a la gente de los pueblos de Aguililla que sí salió de sus casas es porque no le interesaba su propiedad.

También “que, porque son de otro grupo delictivo, y uno ya no puede regresar por miedo, aunque nada tenga que ver con esas personas”.

Para el padre de familia, las tropas de Nemesio Oseguera Cervantes, están integradas por sicarios sin experiencia para el combate y traen drogadictos.

Igual que los jefes yo creo que los mandan. Es una cosa de locos. Se tiran a diestra y siniestra sin ver a quien lastiman, y lo malo de todo es que ellos casi nunca se lastiman, siempre a la que lastiman es a la sociedad pacífica, a los que estamos en nuestras casas

Con ese escenario, el señor aclara que no se atreven a regresar, porque es evidente como el grupo criminal descuartiza a la gente por cualquier motivo o por sospecha.

“O simplemente porque piensan que son oponentes al movimiento delictivo que ellos traen. Yo le pido al gobierno que por favor ya nos ponga un orden”.

“¿Cómo es posible que supuestamente nos mandan a la Guardia Nacional, que para apoyar al pueblo y acabar con la violencia y van a las comunidades en conflicto y no los dejan entrar, los apedrean, los golpean, los cachetean, pues qué pasa?”, cuestionó.

Acusó al gobierno federal de ser un títere de la delincuencia y pidió al presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, sea serio “y que toda su máquina de gobierno acabe con esta violencia; que no sea tan inepto y tan irresponsable”.

Relata que el primero de abril, cuando el CJNG atacó a pobladores y luego de lidió a tiros con sus antagónicos, “nos llenamos de terror y salimos corriendo como conejos”.

Explicó que primero se oían a lo lejos los tiroteos; después se acercaron más, hasta que llegaron directamente a los poblados y ya no se pudo habitar ahí.

El habitante se dijo molesto, frustrado e indignado con la política de López Obrador de “abrazos y no balazos” con el trato a los delincuentes.

 

“Yo le pediría al señor presidente que mandara a su esposa a que los abrace y los bese, porque yo no me animo a abrazar a un demonio de esos, que destazan a un ser humano vivo; yo no les llamo seres humanos; para mí son animales”, enfatizó.

“Los derechos humanos hablan de que ellos (criminales) son humanos- Yo quisiera que les destazaran a un hijo o a un hermano para ver si los verían como humanos; son demonios y el gobierno que tenemos es partícipe de ellos”, recriminó.

QUE LOS TRATEN COMO BESTIAS

El sacerdote de la iglesia católica y activista, Gregorio López Gerónimo, se ha dedicado desde hace varios años a construir refugios para personas enfermas, indigentes, migrantes e incluso para víctimas la violencia, principalmente en la Tierra Caliente.

Señaló que hasta este momento van cerca de 100 familias las desplazadas por el narco en el municipio de Aguililla, del primero de abril a la fecha.

Explicó que, del total, 18 familias han decidido no peregrinar más de pueblo en pueblo y buscar asilo humanitario en Estados Unidos, para lo cual le han pedido ayuda.

López Gerónimo reveló que las personas expulsadas por tanta violencia de sus lugares de origen, salen destrozadas, frustradas y completamente abandonadas.

Consideró que los criminales no deben ser tratados con tibieza, ya que los calificó de “bestias”; de seres desalmados que no se tientan el corazón para asesinar.

El padre Goyo lamentó que las mismas autoridades estén coludidas con los grupos criminales y en este caso específico con el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Denunció que ha habido momentos en los que en Aguililla, hasta conviven los sicarios con los elementos de Guardia Nacional y militares.

Por ello es que aseguró que su organización CCristos” y “El Buen Samaritano”, respaldarán en todo lo que puedan a las víctimas del crimen organizado.

Y, en específico, a quienes buscarán cruzar la frontera de México y Estados Unidos, para salvaguardar sus vidas, por lo que la ayuda será también jurídica.