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Desde León hasta Chile: San Mx salpica las calles de colores

Siendo fiel a su trabajo y sacudiendo la mente de las personas con sus murales, San, que nunca fue a clases de pintura, ha representado a León en Japón y Chile

Escrito en GUANAJUATO el

San Mx nunca tomó clases de pintura. Hoy, es un muralista que ha representado a León en Japón y en Chile. Mientras enseña uno de los últimos murales que adornan su terraza, insiste en una sola idea: hay que dejar huella con el trabajo y sacudir la mente de las personas con el arte. El leonés de 24 años platica la odisea que viven los artistas para no morir en el intento.

“Desde el día 1 tienes que saber que no te vas hacer rico de la noche a la mañana siendo artista”, dice San luego de un largo suspiro, un suspiro que arrastra siete años consecutivos de trabajo.

Con palabras intenta explicar que la vida de un artista no es fácil, que se necesita tener mucha pasión y garra para poder lograr los objetivos, en su caso: pintar un mural, viajar a otros países, y trascender en las calles, que la gente lo recuerde, cuenta.

 

“Tienes que trabajar mucho, realmente tienes que amar lo que haces, sentirte cómodo con lo que haces… estar bien consciente de pintar por amor y si llega dinero, pues sí, pero principalmente tienes que tener pasión por lo que haces y agarrarte de las pequeñas victorias que has tenido”.

San Mx, quien prefiere que lo llamen así, es vecino de la colonia Prado Hermoso. Es el creador de varios murales que vemos todos los días en la ciudad, entre ellos obras en el Panteón Municipal, el mural de la Unidad de Medicina del Deporte y Rehabilitación ‘Sigi’, otro mural japonés en el bulevar López Mateos, a la altura de la Secundaria Técnica 1 y recientemente salpicó de color el Foro Paruno Central de Música en la colonia San Jerónimo.

SER FIEL A LO QUE QUIERES TRANSMITIR 

Su objetivo principal es sacudir la mente de las personas, "generar un impacto". Cita una frase de Guillermo del Toro como una de sus inspiraciones para crear sus propias locuras. “Me gusta dar mensajes en mis obras interesa generar un impacto. Hace poco mandé una obra a Estados Unidos de una señora indígena con el niño en su rebozo. Me interesa generar un impacto más real y consciente (…) que sea algo mío. Hay una frase bien chida de Guillermo del Toro, va sobre que le ofrecieron hacer películas comerciales, pero él prefirió hacer sus monstruos, anfibios que se enamoran de una muda, y él lo dice: es mejor llegar al éxito a donde tengas que llegar siendo fiel a lo que quieres transmitir, tienes que mantenerte fiel a algo (...) Lo que sacude, lo que incomode, generar un impacto visual, emocional”.

San Mx, 24 años,  en Japón (Foto: cortesía)

Reconoce que en el arte no hay reglas. “También es válido pintar una mancha y ya, todo es valido”, pero insiste en conservar una esencia a la hora de trabajar. 

Ver a su tía pintar y dibujar lo enamoró, desde su adolescencia supo que quería dedicarse a eso. Comenzó haciendo grafiti con sus amigos de la secundaria, y de ahí fue escalando y probando diversas técnicas con la pintura, hasta lograr obras impresionistas y hasta autorretratos, sin tocar un salón de clases artísticas.

“Si quieres perfeccionar yo creo que sí tienes que tomar cursos, estudiar, pero no sé, al final del día depende que es lo que quieres, a mí me ha funcionado la pura práctica. Empecé a pedir permiso para pintar, dije: me gusta más pintar algo bonito, darme mi tiempo”.

El segundo piso de su casa está lleno de cuadros y pinturas. Los rostros y cuerpos de mujeres componen gran parte de su trabajo. En un cuadro que está sobre botes de pintura luce el rostro de la cantautora chilena Mon Laferte. “La pinté porque la soñé”, dice San riéndose.

ARTISTAS SIN HORARIO

San deja claro que un artista pocas veces tiene un horario definido, las noches y madrugadas se convierten en las mejores aliadas para dejar fluir las ideas. 

“Hay veces que estoy acostado y pienso: y si hago esto. De hecho soy más creativo en las noches, se me va el tiempo y veo ya son las 2 de la madrugada”. 

Su pensamiento trabaja en las noches y lo obliga a tomar un pincel, soltando su imaginación. En su casa tiene desde dibujos en lienzos pequeños hasta un mural que abarca toda la pared de su terraza. Su habitación está llena de color, ha convertido el segundo piso en una sala de arte.

JAPÓN Y CHILE AMPLIARON SU VISIÓN, PERO ¿A QUÉ COSTO?

Uno de los logros más importantes que ahora relata el artista es tocar tierras extranjeras. Conoció la cultura chilena y la nipona en dos viajes que hizo con un año de diferencia. En 2018 asistió al “Meeting of Styles”, una red internacional de grafiteros para promover y legitimar el grafiti como arte, en Chile. En 2019 exploró Japón gracias a una convocatoria del Gobierno del Estado. 

Para San estos viajes le dieron una visión global en la que tejió mejores ideas al relacionarse con grafiteros y artistas de otros países, aunque recuerda que para lograrlo tuvo que trabajar mucho. Desde pintar muros a bajo costo para dar a conocer su trabajo, hasta tener días en los que apenas hay para comer. En los momentos de crisis, incluso de perdidas familiares, llegaron estas oportunidades, todo paso por algo, dice convencido. 

“Un momento crítico en mi vida fue cuando según yo estaba viviendo de esto, entonces fallece mi abuelo, dejo de pintar y de repente sale la invitación para ir a Chile, entonces dices: algo debo está haciendo bien”.

“Al viajar tienes una apertura de visión mental, global. Eso me pasó, yo decía: ya me conoce la gente aquí en León, y de repente viajas y te vas a Japón y ni te topan, entonces dices: tengo que trabajar en mi casa (León). Aprendes, dejas de ver los mismos murales que ves aquí, conoces a artistas internacionales”.

Su amigo Zent, otro reconocido muralista de León, fue quien lo invitó al evento de Chile. "Fue mi maestro", dice San, agradecido. En ese entonces el gobierno municipal le financió el viaje. 

“Allá nos quedamos con un amigo (…) hicimos unas piezas de grafiti de una mujer azteca, colaboramos en esa pieza”, recuerda. 

"Lo de Japón fue una convocatoria del Gobierno. Otra cosa que yo les puedo decir (a los artistas o a quienes buscan serlo) trabajar con Gobierno a veces sirve, hay que aprovechar las oportunidades, hay muchas convocatorias, últimamente no mucho por el tema del covid”, platica que también trabajó un año en el Instituto Municipal de la Juventud. 

PINTAR MUJERES EN TODAS SUS FACETAS, INCLUSO CUANDO SUFREN VIOLENCIA

La vida del muralista ha sido influenciada en su mayoría por mujeres: su madre, su hermana y su abuela componen gran parte de su educación.

La mayoría de sus pinturas tienen el rostro o el cuerpo de una mujer, desde sus amigas hasta artistas de su gusto, como la cantautora Mon Laferte. 

En uno de sus cuadros colgados pintó a una mujer violentada, pero resiliente. Con palabras San intenta explicar que las lágrimas de sus ojos simulan la tristeza de sufrir violencia de género, los fragmentos simétricos hacen alusión a sus heridas, pero en un doble sentido resurge y se reconstruye con detalles de luz que la hacen florecer. El artista decidió tocar un tema espinoso en medio del alto número de feminicidios en México, dice que si al menos puede visibilizar el problema con su arte, lo hará.

“Al pintar en las calles quiero exponer algo que se habla poco, en este caso la violencia hacia las mujeres, que es algo que a lo mejor no sé mucho, pero sé que está mal y lo hablo mediante las pinturas". Mi vida se ha basado en mujeres: mi abuela, mi mamá, mi hermana. Ellas nunca me han dejado solo, la educación que he recibido siempre ha sido por mi abuela (…) no soy mujer y no he sido violentado, pero no necesito serlo para ser empático, sabes”.

“Dejar en la calle algo bonito, pero también un mensaje que ayude a visibilizar, que alguien vea esa pintura y se incomode”, remata el muralista de 24 años.

FOTOS: LA SILLA ROTA