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Crystal: el “monstruo” que devora a niños leoneses

Esta droga sintética se apodera de las calles de la ciudad; la dosis cuesta 50 pesos y el 20% de los adictos tienen entre 10 y 13 años

Escrito en ESTADOS el

El crystal se ha convertido en el rey de las drogas en León. En solo dos años esta droga sintética ha revolucionado el mundo de las adicciones en las calles de la ciudad.

José Félix Gómez, director del Centro de Integración Juvenil de León, explica que esa droga desbancó con rapidez a la cocaína, que hasta 2017 fue la droga más consumida en la ciudad después de la marihuana.

Hay un dato aterrador: el 20% de los pacientes que atiende el centro por adicción al crystal tiene entre 10 y 13 años. El 40% tiene entre 14 y 27 años y otro 30% va de los 28 en adelante. “Antes de 2017, los casos por consumo de crystal eran esporádicos, hoy se están generalizando”, subraya Gómez.

El fenómeno se entiende fácil cuando conocemos que una dosis de esta súper adictiva droga sintética cuesta 50 pesos y se puede conseguir cerca de escuelas, bares, antros y en varios puntos de las calles de la ciudad. 

Lo que ha encendido el foco rojo en las instituciones públicas es el hecho de que el crystal ya comienza a consumirse entre niños de Primaria. “La edad de inicio va hacia abajo. Los consumidores cada vez son más pequeños. Niños de 10 y 11 años de edad que van en cuarto o quinto de primaria y ya han probado la droga”.

El consumo se ha disparado especialmente entre niñas y mujeres. En 2017 el 20% de los pacientes eran del sexo femenino, dos años después la cifra se incrementó hasta el 50%, más del doble.

A diferencia de otras drogas, el crystal llega a los niños sin pasar antes por el alcohol y las drogas, como ocurre con otros estupefacientes como la cocaína. “Entran al cristal haciendo coperachas”, aseguró el experto en prevención.

Como son tan chicos, ellos se cooperan, se ponen de acuerdo con amigos y se organizan para irse a algún lado a consumir y obvio, lo consiguen con gente que les da o les vende la dosis

El psicólogo señala que el poder adictivo del crystal radica en la Efedrina, un opiáceo que al momento de usarse genera claridad mental, elimina la fatiga y da sensación de felicidad momentánea, por lo que es altamente adictivo.

“En realidad solo hace falta probarlo una sola vez para iniciar la adicción porque sus efectos son muy potentes y agradables, pero solo en un principio”

La droga tiene una apariencia similar a la sal de grano. Según explica Gómez, los consumidores usan una lata de aluminio o una cuchara, “donde le aplican fuego al producto para luego inhalar los vapores que emana la reacción del químico con el calor”.

El especialista asegura que después de 15 dosis comienza la dependencia al químico y aparece “la desesperación por consumirlo”. Y va aumentando progresivamente hasta llevar al adicto, en un término de 5 o 10 años, a morir o perder la cordura.

Hemos tenido casos de gente que han empezado a tener un tipo de gangrena, porque la efedrina es un vasoconstrictor, y empieza a generar daños en los tejidos y en el sistema circulatorio del cuerpo

“Los adictos pierden la fortaleza yoica, llevan una vida semifuncional. Tenemos pacientes de 25 años que ya no pueden regresar a una vida normal porque tienen un trastorno mental y deben acudir a un hospital psiquiátrico o aquellos que llegaron a la esquizofrenia y terminaron en las calles como indigentes”.

Para terminar, el director del CIJ reconoce que a la fecha ha sido muy complicado crear un sistema de registro estadístico riguroso que de un parámetro que diga cómo está el consumo en la ciudad.

“Hay encuestas y estudios muy serios que se han hecho entre estudiantes de Secundaria, pero son aproximaciones, porque en realidad todo eso sucede de forma oculta”.