HERMOSILLO.- El pasado lunes por la tarde, un vehículo llegó a las oficinas de la Policía Municipal de Yécora, de donde descendieron hombres fuertemente armados para llevarse a la fuerza al comisario Josué Aranda Hernández y a otro oficial.
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De acuerdo con la Mesa de Coordinación para la Paz y Seguridad de Sonora, el vehículo en el que fueron privados de la libertad era tipo sedán, color azul rey.
A las 18:15 horas del lunes 24 de agosto, se tuvo conocimiento por parte de elementos de la Policía Municipal que, a bordo de un vehículo tipo sedán, color azul rey, un grupo armado arribó a la Comandancia Municipal y portando armas de fuego de grueso calibre, privaron de la libertad a dos elementos de Seguridad Pública, uno de ellos el Comisario Municipal
Además, mencionaron que desde el lunes por la tarde y durante este martes, se montó un operativo de búsqueda en la zona por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de la Guardia Nacional, la Policía Estatal de Seguridad Pública, la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) y de la Policía Municipal de Yécora.
De igual manera, la Mesa de Seguridad en Sonora señaló que ese mismo lunes se localizaron dos cuerpos con heridas de arma de fuego, identificados como Julio César “N.” y al otro solo por el apodo de “El Guacho”, a las orillas de la carretera federal 16.
El cuerpo del primero de ellos estaba a abordo de un vehículo Ford Explorer, color dorado, modelo 1999, y el segundo sobre el suelo, a tres metros del vehículo. Personal de Servicios Periciales localizó en el lugar varios casquillos percutidos calibre .223 y 7.62x39. Se mantienen las investigaciones para dar con el o los responsables
Este recóndito municipio se ubica al sur de Sonora, en el corazón de la sierra alta y colinda con el estado de Chihuahua; sus características, de montañas y bosques facilitan los plantíos de droga y su trasiego, así como la operación de grupos criminales.
Tan solo en junio de este año, se registró un enfrentamiento entre sicarios y elementos del ejército; los criminales fueron atacados con granadas, pero ninguno resultó herido.
Además, días después, las fuerzas federales, en una persecución, localizaron un “narcocampamento”, con vehículos blindados y un gran arsenal, como granadas de fragmentación, cargadores para armas de fuego y 200 cartuchos útiles.