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Carta para Daniela: su hermano revela detalles del feminicidio

“Algo dentro de mí me decía que tenía que correr a abrazarla”. Agustín revela cómo fue el último día que visitó a su hermana, semanas después la asesinó su ex

Escrito en GUANAJUATO el

Agustín Vega González, hermano de Ana Daniela Vega comparte a La Silla Rota un texto para recordarla. El chico de 30 años, originario de Irapuato asegura que la carta está hecha con el alma.

En la dedicatoria revive sus mejores momentos, a un año del feminicidio de Daniela en Guanajuato capital, el 30 de noviembre del 2019. Aquí compartimos las cinco claves más relevantes.

1. Agustín y Daniela fueron muy unidos desde pequeños, compartían los mismos hobbies. Ella lo consoló el día que sufrió su primera ruptura amorosa

2. El último día que se vieron fue cuando ella le mostró el departamento que rentaba en Guanajuato, su hermano presentía que debía regresarse a abrazarla, así que le mandó un mensaje para demostrarle su amor

3. En su relato, confiesa que hubiera deseado no compartir la mesa con Jonathan, exnovio de Dani. Pues fue quien tiempo después le quitó la vida en la casa que rentaba

4. El apoyo de los colectivos feministas y de las representantes legales de ‘Las Libres’ ha sido la fuerza de su familia, cuenta Agustín.  

5. También lamenta que su hermana no haya podido aportar su “granito de arena” al mundo de la Biología, la carrera que estudió en la Universidad de Guanajuato

AQUÍ LA CARTA ÍNTEGRA

La vida me dio la fortuna de ser el hermano mayor de dos hermosas mujeres, las mejores mujeres que pudieran existir.

Desde pequeños los tres fuimos sumamente unidos, sobre todo porque nuestros padres siempre han tenido que trabajar muy duro para que no falte nada en la casa, así que crecimos muy independientes de ellos, pero muy juntitos los tres.

 

Mantengo en mi memoria esas tardes en las que nos las pasábamos jugando durante horas, aunque luego nos regañaban porque no hicimos la tarea y claro a veces también peleábamos, como buenos hermanos, pero siempre terminamos reconciliándonos.

Poco a poco fuimos creciendo, las actividades escolares y las diferencias de edades nos separaron un poquito, pero aun así siempre que nos necesitábamos ahí estábamos para apoyarnos. Como aquella noche que llegué llorando a la casa porque era la primera vez que me rompían el corazón, Daniela me abrió la puerta y me vio tan mal que me abrazó muy fuerte, le conté todo lo que había pasado, ella me entendió perfecto y me dijo que todo iba a estar bien.

Además de nuestra comunicación y confianza, Daniela y yo siempre tuvimos un vínculo muy especial porque compartimos los mismos hobbies: ver anime y dibujar.

Así que podíamos pasar fines de semanas enteros y noches de desvelos, viendo animes, disque cantando las canciones en japonés, leyendo mangas, viendo revistas de esos temas, dibujando y hablando mucho, pero mucho de nuestro coleccionismo.

Y así estuvimos felices y contentos haciendo nuestros propios caminos, creciendo cada uno a su ritmo, hasta que yo me tuve que mudar a la Ciudad de México para iniciar mi carrera laboral, pero ni la distancia, ni lo absorbente de mi trabajo impidieron que los tres cortáramos nuestro hilo, siempre estuvimos al pendiente de nosotros, siempre dándonos consejos y siempre echándonos porras, ayudándonos cuando nos surgía algún problema, llamándonos cada que necesitábamos desahogarnos o simplemente chismear.

Daniela estaba por terminar sus estudios de Biología Experimental en la Universidad y todos estábamos que no cabíamos del orgullo, pues ella era la primera graduada de la familia (Yo nunca lo hice jejeje…) Daniela siempre fue una chica súper aplicada en sus estudios, siempre fue la de mejor promedio, definitivamente era la más inteligente de los tres.

Durante meses estuvo con mis papás planeando su fiesta de graduación, viendo la lista de invitados, el acomodo de las mesas, escogiendo el vestido, en fin, todo lo necesario. La fecha llegó y fue una fiesta hermosa, nunca me voy a olvidar el rostro de satisfacción y orgullo de mis papás al ver a su hija graduada.

Tiempo después de eso, Daniela me insistía mucho que fuera visitarla a Guanajuato para que conociera su departamento, ella estaba muy contenta porque era la primera vez que no vivía en una casa de estudiantes y se sentía como más madura al tener un espacio propio, incluso se metió a trabajar en lo que terminaba su titulación para poder pagarse ese departamento.

Yo pude acomodar mis fechas de trabajo y fui a pasar un fin de semana con mi pareja para visitarla y conocer su nuevo hogar.

Recuerdo que llegué de noche y ella salió corriendo a la calle para recibirme con un abrazo, estábamos muy emocionados. Tenía mucho tiempo que no la visitaba, así que me sorprendí al verla, estaba hermosa, ya toda una mujer iniciando su vida independiente, traía un maquillaje ligero. muy cute, se le veía su cabello hermoso y su sonrisa de oreja a oreja que siempre la caracterizó.

Dentro del depa, estaban sus mejores amigos, todos me cayeron súper bien, brindamos y platicamos de varios temas típicos del “precopeo”, incluso me comentó que se sentía súper feliz porque ya se había dado cuenta que estaba terminando de superar la ruptura con su ex novio, (el que poco tiempo después le arrebataría su vida) pero como era una noche especial y todos estábamos contentos no entramos en esos temas tristes, así que no le tomamos mucha importancia a él y  seguimos brindando y riendo, después salimos a dar el típico recorrido de bares y antros que uno hace cuando sale de fiesta a Guanajuato.

Jonathan Noé, de 29 años fue aprehendido en la colonia Héroes de León, en León. Era novio de Daniela, su relación terminó porque él era casado

La pasamos increíble, bebimos, bailamos mucho, nos reímos, fue sin duda una noche memorable, ni sus amigos ni yo hubiéramos imaginado que fuera la última vez que saldríamos de fiesta con Daniela.

A la mañana siguiente, nos despertamos algo tarde, mi pareja y yo le dimos consejos de cómo decorar su depa,  ella estaba muy orgullosa de haber conseguido ese lugar y tenía muchos planes a futuro de cómo lo quería renovar.

Después salimos, ya que ella tenía que ir a trabajar, pasamos a un puesto de gorditas de nata que a ella le encantaban, las comimos juntos y la dejé en un una parada de camiones esperando su ruta, le di las gracias por la gran noche que pasamos ayer y a unos metros de distancia levante la mano, le mandé un beso en el aire y me despedí.

Este 25 de noviembre, mujeres bordaron los nombres de las víctimas de feminicidio en León. Con motivo del Día Internacional de la eliminación de la Violencia contra la Mujer (Foto: Ivonne Ortiz)

Mientras me di la vuelta y  caminaba algo dentro de mí me decía que tenía que correr a abrazarla que no debía dejarla ahí sola, que tenía que decirle que la amaba, que estaba muy orgulloso de ella, pero no le hice caso a esa voz y continué mi camino, porque estaba seguro que la vería unos días después, así que la deje ahí solita esperando su camión.

Minutos después me seguía sintiendo muy intranquilo y le envíe un WhatsApp que textualmente decía lo siguiente:

Colectivos feministas reaccionaron ante el asesinato de Daniela, incluso hubo un paro de seis días afuera de la Universidad de Guanajuato (Foto: Alex Ramblas)

“Hermanita, muchas gracias por invitarnos!

Estuvo increíble todo!

Me gustó muchísimo tu casa y me siento muy feliz que seas tan juiciosa y responsable.

Te amo hermanita!”.

Ella me contestó:

“Awww muchas gracias, a mí me encantó que vinieran me la pasé súper bonito, Yo también te amo mucho”.

(Foto: Alex Ramblas)

Nunca pensé que ese sería el último día que vería a mi hermana, de saberlo no lo hubiera dejado ahí solita, por lo menos tendría que haberme regresado y darle un abrazo muy muy fuerte, eso es algo con lo que voy a vivir el resto de mi vida.

Como dos o tres semanas después, no recuerdo bien,  sucedió la noche más triste y horrible de nuestra existencia, sigo llorando al ver el contraste en el rostro de mis padres, cuando la vieron graduarse y después cuando la encontraron sin vida en ese departamento, hay algo que cambió para siempre en su expresión, aún ahora no entiendo cómo han sido tan fuertes y no se han derrumbado.  

Durante todo este terrible año en el que vivimos la peor pesadilla, ese mismo cruel destino nos llevó a conocer gente increíble que no nos dejó caer: las miles de mujeres y colectivos que han marchado gritando el nombre de Daniela pidiendo justicia, sin dudas nos inyectaron su fuerza y valor, nuestras abogadas ‘Las Libres’ que siempre nos apoyan en todo y nos dan muchos ánimos, nuestra familia que ha sido un apoyo fundamental, nuestros amigos, las terapeutas, los amigos de Daniela, que indirectamente se han tenido que aventar cientos de entrevistas en los juzgados y aun así siguen en pie de lucha con nosotros y todas las miles de personas que nos han escrito mandándonos bonitas vibras y bendiciones.

Muy pronto comprendí que el dolor jamás se va a ir, ahora estoy aprendiendo a vivir con él, no solo me quitaron a mi hermana, me quitaron una parte de mí, pero yo en verdad no importo porque sigo “vivo”. Al final lo más indignante y triste de todo esto es mi Dani, no puedo creer que un imbécil haya decidido visitarla mientras estaba sola, sin nadie que la pudiera escuchar y  sin más ni más haya podido arrebatarle sus sueños, borrar su sonrisa, terminado con su oportunidad de brindar su granito de arena al mundo de la biología.

 

Solo quiero hacerle saber a “ese”, que me enferma la idea de haber compartido la mesa con él, de haberle creído sus mentiras y dejarlo entrar a nuestra casa, invitarlo a nuestros planes, pero quiero que sepa que al final no logró su cometido. Mi familia, aunque triste sigue y seguiremos de pie, nos quitó una gran parte de nuestra alma, pero no terminó con el amor que nos tenemos, lo único que logró fue crear una familia mucho más fuerte y más unida, con muchas ganas de justicia. Ahora afortunada o desafortunadamente formamos parte de un círculo de familias afectadas que estamos furiosas y cansadas de estas lacras humanas, todos juntos vamos luchar para que ninguna mujer pase por lo que mi Dani pasó.

Este es el comunicado en el que la Universidad de Guanajuato condenó el asesinato de su alumna Ana Daniela 

No quiero terminar este texto con esas palabras, porque lo que me gustaría concluir diciendo que pese a todo me siento muy afortunado de haber tenido a mi lado a un ser humano excepcional e increíble como lo fue mi hermanita.  Siempre tendré en mi corazón su risa escandalosa, su hermosa voz ronca, su bondad infinita, su humor y sus ocurrencias que llenaron nuestra vida de momentos mágicos e inolvidables.

Dany, quiero que sepas que yo siempre trabajaré muy duro para ser una gran persona y un excelente ejemplo de hermano mayor, quiero que siempre estés orgullosa de mí.

(Ilustración: Madres Desobedientes)

Te amo Daniela, siempre vivirás en mí y en todos los elementos que hacen de nuestro mundo un lugar hermoso.

Se cumplió un año de la muerte de Ana Daniela Vega. Ese día sus padres la encontraron sin vida en la habitación que rentaba, en la colonia Noria Alta. La causa de su muerte fue por estrangulamiento, reveló la Fiscalía de Guanajuato. Su asesino fue capturado, pero colectivos feministas aseguran que no ha sido sentenciado.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en Guanajuato suman 351 homicidios dolosos contra mujeres, durante el periodo de enero a octubre de este año. Mientras que la Fiscalía del Estado ha registrado 16 feminicidios.