Mario Armas Valadez (20 de junio de 1970) ha cubierto a lo largo de su trayectoria como fotoperiodista un número incalculable de hechos noticiosos de todo orden. Entre estos, dos pandemias mundiales.
Por eso es inevitable preguntarle cuáles son las diferencias que ha encontrado entre aquella cobertura periodística de hace más de una década, cuando en 2009 el virus tenía otro nombre (AH1N1) y provenía, supuestamente, de otro lugar (México).
Incisivo, como ha sido el trabajo periodístico de Armas, el corresponsal para agencias internacionales de noticias como la prestigiada Reuters, responde que la principal diferencia es la "veracidad" entre una y otra. Documentar la anterior pandemia lo llevó por distintos puntos del estado y del país para encontrar casos. En esta ocasión, no ha tenido que ir tan lejos.
"La diferencia es que esta epidemia es real (...) (Entonces) estuve buscando casos en varios estados que se decían eran el epicentro de la pandemia y nunca vi nada, ni muertos, ni enfermos", evoca para la Silla Rota Guanajuato el fotógrafo.
La realidad que ha capturado Mario Armas en la versión de esta pandemia, ciertamente más letal y de mayor duración que la de 2009, se convierte en el documento gráfico de la desolación que ha propagado también el nuevo coronavirus SARS-Cov 2 en Guanajuato.
Un médico enfundado en un traje bacteriológico descansa en uno de los pasillos de los hospitales-Covid-19 de la entidad. El punto de fuga de la foto le da un aspecto casi cinematográfico al encuadre. Denota cansancio, desesperación, soledad. Pero se trata, sin embargo, de una postal real que se replica todos los días ante el creciente número de pacientes en Guanajuato: al día de hoy 85 mil 545 personas han sido contagiadas y de las cuales 5 mil 766 han perdido la batalla.
Cerca de 80 profesionales de la salud han perdido la vida en Guanajuato haciendo frente a la pandemia mundial (Foto. Mario Armas).
Armas recibió el 10 de diciembre de 2020 el Premio Estatal de Periodismo que entrega el Congreso del Estado de Guanajuato. Su serie fotográfica capturada a mediados de julio, en uno de los picos de la pandemia que le valió el galardón, registra de manera inmejorable la entereza con la que médicos, enfermeras y personal de salud en los hospitales públicos le hacen frente al evento que trastocó para siempre a la humanidad.
"Independientemente de la experiencia es la oportunidad de participar con los profesionales de la salud, para que la gente vea como luchan por tener a la población con vida (...) es importante que la gente sepa que lo que estamos viviendo es real", enfatiza Armas, colaborador también para Proceso y Quadratín.
Para este experimentado fotoperiodista el valor del personal médico en primera línea de la pandemia es el ángulo a destacar (Foto. Mario Armas).
El trabajo de Mario Armas también lo ha expuesto al contagio. Lamenta que mucha gente aún no mida la gravedad de esta pandemia. Su trabajo, en alguna medida, ha logrado despertar la conciencia de muchos.
"hay que tener mucho cuidado en cuanto a las recomendaciones de salud; hay lugares que tiene uno que ser más radical en la seguridad, por ejemplo en el transporte público sería recomendable usar hasta lentes de protección, cubrebocas y desinfectarse unos con alcohol", destaca Armas quien portó durante su cobertura por hospitales ese atuendo "casi espacial" que se usa en la primera línea de batalla.
Hace unas semanas, justo el 24 de diciembre, Mario decidió hacer una serie más en hospitales y mostrar cómo para la pandemia no hay fechas especiales. En este nuevo fotoreportaje capturó el momento exacto en que una persona pierde la batalla contra el coronavirus. La manta que cubrirá el cuerpo de un paciente sin vida vuela en el aire. Una persona ha perdido la vida, un hecho que siempre cuesta registrar.
"Llegué al HGR para documentar el trabajo del personal de salud en Nochebuena; me tocó ver a una chica de 26 años aún con vida, sin embargo le empezó a faltar el oxigeno, las enfermeras hicieron todo lo posible, pero la chica falleció. Ví como la envolvían para llevarla a la morgue del hospital", recuerda como uno de los momentos más duros de su cobertura.
La Nochebuena pasada Mario Armas documentó el trabajo del personal de guardia en el Hospital General de León (Foto. Mario Armas).
La gravedad con la que llegan los pacientes impresionó a Mario Armas. En esos días de cobertura el familiar de un conocido de él llegó para ser atendido de urgencia. La muerte ronda por estos tiempos pero también, como ocurre en las tragedias y desastres, brotan las imágenes de amor, paciencia, y respeto por el trabajo de quienes han decidido poner en riesgo su propia vida para hacer su parte: los médicos valientes luchando en el "campo de batalla" contra un letal pero microscópico enemigo, y los periodistas contando, lo más cerca posible, la vida en tiempos de Covid-19.
El trabajo de Mario Armas puede verse en el portal CrónicaGto.com (Foto. Mario Armas).