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Bachajón, Chiapas, en guerra por el cuartel de la Guardia Nacional

Ejidatarios acusan corrupción y complicidad entre autoridades en la venta del predio donde se construye el campamento; “nuestra tierra no se vende”

Escrito en ESTADOS el

TUXTLA GUTIÉRREZ.- A pesar de las agresiones y la detención de tres compañeros sufridas por policías municipales de Chilón, respaldados por elementos de la Guardia Nacional, ejidatarios de Bachajón, Chiapas, advierten que no permitirán que se instale un cuartel de la Guardia Nacional en su municipio,  “porque nuestra tierra no se vende".

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Los afectados denunciaron que, el jueves 22 de octubre fueron atacados en el tramo hacia la localidad de Temó, por los uniformados y un grupo de pobladores, presuntamente financiados por el alcalde, cuando avanzaban en una marcha hacia la obra que, según ellos, presenta cerca del 25% de avance y contempla -por el momento-, alrededor de tres hectáreas. "Nos lanzaron piedras, palos y otros objetos cuando avanzábamos.

Con base en un video difundido, se observa como uno de los que comenzó la agresión es el delegado de Gobierno, Pedro Hernández Ruiz, quien en principio se manoteó con quienes encabezaban el recorrido de protesta pacífica. 

Manuel Hernández, vocero del movimiento contra la instalación de la base militar, manifestó que existe temor porque a sus compañeros, Juan Hernández Morales, José Luis Gutiérrez y César Hernández Feliciano, quienes permanecen detenidos en el vecino municipio de Ocosingo, los podrían encerrar por más tiempo debido a que les intentan achacar delitos como el de delincuencia organizada. De hecho, el fin de semana fueron brutalmente golpeados.

Para los ejidatarios, hay una complicidad entre el presidente municipal de Chilón, Carlos Idelfonso Jiménez Trujillo, la persona que vendió la tierra de nombre Juan Gómez Guzmán y otras autoridades, cuando, con base en sus leyes internas regidas por usos y costumbres, ese tipo de negociaciones no se pueden celebrar sin el consenso de la mayoría de ellos.

Entre otras cuestiones, los policías les confiscaron dos motocicletas, un automóvil compacto, dos camionetas y un aparato de sonido.

En cuanto a la construcción, la cual está ubicada a 200 metros de la salida hacia la localidad de Sitalá, se sabe que ya se efectuó el aplanamiento del predio y fueron colocados los pilares. Aún no se sabe cuál será el monto de inversión en dicha infraestructura.

UNA SUPERCARRETERA, EL TRANSFONDO DE LA BASE DE LA GN

“Lo que quieren hacer con ese cuartel es porque el gobierno nos quiere callar, sobre todo porque en breve intentarán que por ese sector pase la supercarretera, por eso implementan la construcción militar y nos mantengamos callados”, argumentó Manuel, quien afirmó que, así sea mediante “puños y cañones”, no entregarán sus tierras.

Ante este cúmulo de violaciones a derechos humanos, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas exigió la liberación de los tres detenidos, investigar este suceso a fondo y, sobre todo, respetar los derechos del pueblo maya tseltal de Chilón.

LOS CERCANOS AL EDIL IDELFONSO

Al parecer, no es la primera vez que el alcalde Carlos Idelfonso orquesta una agresión de este tipo. Días antes, cuando se lanzó la convocatoria de la marcha-mitin contra la base de la GN, gente cercana a él se dedicó a difamar, a través de las redes sociales, a quienes encabezaban el movimiento.

Incluso, en algunos perfiles de Facebook personas aseguraban que fueron llevadas a la movilización, a cambio de un recurso económico, y que quien encabezaba todo era el exdiputado federal y exprimer edil de Chilón, Rafael Leonardo Guirao Aguilar.

No obstante, Manuel Hernández, vocero de los inconformes, manifestó que todas las acciones de protesta se analizan en asamblea con los ejidatarios, “no lo mueve ni un político, nadie, sino que es el mismo pueblo el que defiende su territorio”.

Tras la reacción que generó esta agresión flagrante contra ellos, de inmediato el Ayuntamiento emitió un comunicado en el que argumentó que solo se trató de la aplicación del estado de derecho para no afectar a terceros.