Aquel jueves era para recordar. Chihuahua lloraba la muerte de 19 internos que habían sido asesinados en el Centro de Rehabilitación ‘Fe y Vida’. Más de 20 sicarios llegaron armados y le pidieron a los internos que les abrieran la puerta “o los balaceamos”. Al no hacerlo, entraron por la fuerza y empezaron a rafagear.
Un día escalofriante pero de junio del 2010. Los vecinos relataron para Expansión que escucharon que golpes en la puerta del anexo, “por más de cinco minutos”. Más tarde los balazos sonaron. De acuerdo con la información de los medios, más de 20 hombres llegaron en 6 camionetas. Se estacionaron entre las calles Tarahumara y Belisario Domínguez, al norte de Chihuahua. Ahí perpetraron el ataque contra los internos.
Más de 20 sicarios llegaron al Centro de Rehabilitación ''Fe y Vida'', en Chihuahua. Ahí asesinaron a 19 personas (Foto: La Jornada)
Las 19 víctimas tenían entre 32 y 63 años. El menor, era Edgar Manuel Padilla, un chico de 16 años. De acuerdo con la entonces Procuraduría Estatal los sicarios subieron al segundo piso, ahí le quitaron la vida a 14 personas. Cuando partían del anexo asesinaron a otras 5 personas.
Los vecinos relataron para Expansión que los policías tardaron 15 minutos en llegar, a pesar de que la comandancia estaba a menos de un kilómetro del Centro de Rehabilitación. Cuando llegaron encontraron más de 200 casquillos. Chihuahua estaba de luto.
Fachada del anexo ''Fe y Vida'' (Foto: Expansión)
El pastor René Castillo quien era dueño de ‘Fe y Vida’ platicó para el medio citado que muchos internos “vienen huyendo de algo” pero no sabían de qué. Sin embargo, los recibían. Según la Procuraduría Estatal, en el Centro de Rehabilitación había integrantes de la pandilla ‘Los mexicles’ una pandilla de Ciudad Juárez. Quienes en ese entonces se disputaban la plaza con el Cártel de Sinaloa. Querían controlar Juárez y traficar drogas.
Sin embargo, una vecina del lugar negó que los internos formaran parte de una pandilla. Mientras que un chico que salió del anexo dos semanas antes del ataque comentó a Expansión que conocía a las personas fallecidas y que a pesar de que algunos sí formaban parte de bandas “querían rehabilitarse”.
Así es la zona en la que se ubica el anexo ''Recuperando Mi Vida'', en la comunidad de Arandas, Irapuato
El temible ataque de Chihuahua se repite en Irapuato
Chihuahua registraba una masacre que se guardó en la memoria de muchos. Diez años después un ataque similar ocurre en Irapuato. Pero esta vez perdieron la vida 26 internos, y 5 más quedaron heridos en el Centro de Rehabilitación ‘Recuperando Mi Vida’. Un anexo que operaba clandestinamente desde hace un año.
Este 1 de julio los sicarios llegaron al anexo de la colonia Arandas, en Irapuato. Ahí dispararon con armas AR-15, dejando una veintena de cuerpos en una habitación del segundo piso.
Los vecinos contaron a los medios locales que la mayoría de los internos del anexo de Irapuato vivían cerca de la zona (Foto; Al Punto Noticias)
La ligera diferencia entre estos dos ataques es el número de personas fallecidas y los cárteles que presuntamente se ven involucrados.
“Venimos de parte del señor Marro" dijeron los sicarios al llegar al anexo ´Recuperando Mi Vida´. Así lo informó una fuente cercana a La Silla Rota que tuvo contacto con los sobrevivientes. Quienes aseguraron que el ataque se adjudicó a José Antonio Yépez Ortiz ´El Marro´. El hucachicolero más buscado de Guanajuato.
Al principio se dijo que el ataque había sido perpetrado por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación, debido a que circulaban narcomensajes. Luego comenzó a circular un escrito en el que la célula criminal se deslindaba del tiroteo.
De manera extraoficial se dijo que el ataque en este Centro de Rehabilitación era una represalia de ´El Marro´ por los últimos ataques a vulcanizadoras del Cártel de Santa Rosa de Lima, en dónde presuntamente venden gasolina robada y cristal "azul".
La Policía Municipal llegó a atender el reporte, el secretario de seguridad ciudadana Pedro Cortés confirmó que eran 24 fallecidos, luego murieron otras dos personas
Las declaraciones de los sobrevivientes son las que sostienen la versión de que ´El Marro´ autorizó la matanza. Con una corta frase los sicarios avisaron quien les había dado órdenes.
En este mismo contexto, el secretario de seguridad del estado, Álvar Cabeza de Vaca, dijo que muchos anexos son "semilleros de delincuencia organizada". No reveló nombres ni señaló que se tratara del caso de ´Recuperando Mi Vida´, pero aseguró que "van, cometen sus fechorías y el lugar de resguardo es el propio anexo, por eso el grupo rival va y ataca los anexos", dijo en su informe frente al Congreso Local.