Alfombristas de Uriangato, Guanajuato elaborarán un tapete monumental a base de Hojas de tamales, elotes, maíz y aserrín pintados de distintos colores, papel, semillas, cacao y objetos reciclados como botellas y tapas con la finalidad de transmitir un mensaje de paz y unión.
María Adriana Camarena de Obeso, Directora del instituto Estatal de la Cultura explicó que la alfombra monumental será elaborada por artesanos guanajuatenses:
“Es una alfombra elaborada por nuestros artesanos alfombristas y alfombristas de Uriangato, medirá 3,200 metros cuadrados por 90 metros de diámetro. Es la alfombra más grande del mundo en este momento”.
El tapete será expuesto del 7 al 12 de febrero en el Zócalo de la Ciudad de México, además se realizarán presentaciones artísticas y musicales.
La elaboración estará a cargo del Comité Organizador La Octava Noche Uriangato AC. Imagen: Especial
“El diseño está basado en Xicu; es un personaje que creó Cristina Pineda, es un mensajero de paz, color, interculturalidad, se tomó al perro xoloitzcuintle como figura central, de ahí se creó esta imagen que hace una representación de todas las culturas latinoamericanas”
Un total de 400 personas del Instituto Municipal de la Juventud, Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y los Scouts de la Ciudad de México unirán su talento para elaborar dicha alfombra.
Tapetes monumentales: una colorida tradición de más de medio siglo de antigüedad
La tradición se remonta a mediados de los años 60’s con motivo de la celebración del Santo Patrono de Uriangato, San Miguel Arcángel.
Cada 6 de octubre se lleva a cabo la ‘Octava Noche’ para cerrar con las celebraciones de San Miguel Arcángel, ésta es una festividad que se lleva a cabo desde el siglo XVI.
Las calles de la ciudad transforman su ambiente de una manera distinta. Los vehículos dejan de transitar para que los uriangatenses adornen el paso de ‘San Miguelito’.
Procesión de San Miguel Arcángel en la Octava Noche. Foto: Especial.
Tapetes monumentales coloridos elaborados por los alfombristas decoran la ciudad. La elaboración de dichos tapetes surgió a mediados de los 60’s cuando una familia puso un tapete en las afueras de su hogar, acción que llamó la atención de los vecinos y la comunidad del municipio. Así fue como comenzó esta bonita la tradición que perdura hasta nuestros días.
Cuando cae la noche, las campanas del templo anuncian la misa en honor al arcángel. Al término de la ceremonia religiosa se lleva a cabo una procesión en la que la imagen de San Miguel recorre las calles adornadas.
La fe y agradecimiento de los uriangatenses es puesta en la decoración a manera de ofrenda. Tras el recorrido, San Miguelito es llevado nuevamente a la iglesia. La pirotecnia colorea el cielo y se da fin a la celebración.