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Ángel era un estudiante brillante, un apasionado de la ciencia

Ángel Yael estudiaba el 4to semestre de Agronomía y al mismo tiempo cursaba materias en grados superiores, tenía vocación por la ciencia y la investigación

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Escrito en GUANAJUATO el

Irapuato.- Ángel Yael Ignacio Rangel tenía 19 años y un gran futuro prometedor, era reconocido por quienes lo conocían como un estudiante brillante, cursaba el cuarto semestre de la licenciatura en Agronomía en la Universidad de Guanajuato (UG), su desempeño académico era muy sobresaliente que incluso tomaba materias con compañeros de semestres más avanzados, era considerado un joven muy emprendedor que contagiaba con su alegría a los demás y era dedicado en lo que hacía.

“Ángel era una persona que siempre tenía que aportar a la sociedad, uno de sus sueños era ser uno de los científicos más reconocidos de México”, dijo Paulina Carrillo, amiga de Ángel.

Sin embargo, una bala disparada por elementos de la Guardia Nacional le arrebató sus sueños, emprendimientos y deseos de ser el científico más reconocido en el País.

Ángel Yael tomaba clases en la División de Ciencias de la Vida, de la UG, en el Grupo “A” del 4° Semestre y la última clase a la que asistió fue de entomología.

“Cuando entramos a las clases presenciales empezó a tomar materias con nosotros de quinto semestre. Él era muy dedicado y gracias a que le echaba muchas ganas a la escuela adelantaba materias. Era trabajador, era deportista y jugaba basquetbol en la escuela”, comentó Carlos Zárate, estudiante del Campus Irapuato de la UG.

Ángel era técnico laboratorista, había egresado del Centro de Bachillertaro Tecnológico y de Servicios (Cbtis) 65 de Irapuato, realizó prácticas en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Unidad Irapuato, de ahí su vocación por la investigación.

“Él era muy bueno para la investigación, creo que se le daba bastante lo de hongos, bacterias (…) Era muy bueno, eso era lo que más le gustaba; en otras ramas también se desarrollaba muy bien, pero yo creo que esa era su favorita”, compartió Juan Carlos Martínez, compañero de Ángel.

Compañeros de Ángel señalaron que lo que más le gustaba era el laboratorio, la investigación.

"Él se enfocaba mucho en el laboratorio era lo que más le gustaba, era muy bueno en lo que hacía, era una persona muy dedicada", dijo uno de los amigos de Ángel.

Ángel Yael fue cofundador de Youth Organization For Ecology, organización juvenil por la ecología y participaba en una brigada de apoyo a emprendedores.

Además, para pagar sus estudios en la universidad vendía productos de piel que elaboraba su familia.

Quienes conocieron a Ángel comentan que era una persona sana, alejada de los vicios, practicaba el basquetbol en las instalaciones de la Universidad. 

La agresión

La tarde del pasado 27 de abril, Ángel Rangel, Eduardo Ramírez, Laysa y Edith Carrillo convivían después de clases en un predio llamado “La Barda”, de la comunidad El Copal, a unos 100 metros de donde se ubica el campus de la Universidad de Guanajuato, estaban con más compañeros que habían llegado en dos vehículos.

Los jóvenes al ver que se acercaban unidades de la Guardia Nacional decidieron retirarse del lugar, la camioneta donde viajaban los cuatro iba al final, en ese momento uno de los agentes les disparó impactando la camioneta Ford en la que viajaban, Ángel recibió un balazo en la cabeza.

Los guardias nacionales los siguieron, el temor de Eduardo, quien conducía la camioneta, ante cualquier acción de los elementos hizo que acelerara el vehículo, ir hasta atrás de la caravana los puso en peligro, él conducía, su amigo Ángel iba de copiloto, Laysa y Edith estaban en la parte trasera.

Eduardo veía a su amigo Ángel con la mirada perdida y en busca de ayuda detuvo la camioneta bajo un árbol, a unos 50 metros de la Universidad de Guanajuato, en El Copal. Ahí, se dio cuenta que su amigo que "tenía una mente brillante" y "adelantaba materias" había perdido la vida.

CM