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“A veces no tenemos ni para comer”, señalan migrantes haitianos en León

Niños de Haití deambulan, junto con sus padres, por la zona de la Central Camionera de León; tienen un futuro incierto, sin casa ni trabajo y a veces sin comida

Escrito en GUANAJUATO el

León.- Niños de Haití, de entre cinco y ocho años, deambulan en la zona de la Central Camionera de León con la confusión en la mirada. Los papás están igual.

No saben a dónde se dirigen. Su futuro inmediato es incierto, pues ni ellos mismos saben si su estancia en Guanajuato es permanente o de paso.

Algunos haitianos checan los letreros informativos y horarios al interior de la Central de Autobuses. (Foto: La Silla Rota)

Llegaron a Tapachula, Chiapas, con el apoyo de Migración, para de ahí llegar al suelo guanajuatense con el afán de buscar una mejor vida, pero de momento lo que les preocupa es encontrar casa y trabajo.

Beerice Doriza, proveniente de aquel país, se instala por momentos cerca de la entrada de la Central junto con sus pequeños hijos y familiares.

Con dificultades acepta hablar con La Silla Rota Guanajuato sobre su situación. Es la única del grupo que sabe hablar castellano, pues todos se comunican en francés.

“Yo tengo carnet en Tapachula, pero me acercaron aquí. Claro que sí, queremos trabajar. Quizá en otra ciudad porque aquí no conocemos, no tenemos casa, entonces… yo creo que otra ciudad.

“Todavía nosotros estamos en la calle, donde encontremos algo mejor, ahí quedamos. Si encontramos casa, nos quedamos aquí, si no, nos vamos”, comentó.

“NO TENEMOS MIEDO”

Beerice, como otros haitianos, se pasean por el área comercial de la Zona Piel, mientras deciden si permanecerán en León, o si parten a otra ciudad. A algunos se les ve pensativos checando los letreros informativos y horarios al interior de la Central de Autobuses.

Cuando se le pregunta qué situación han tenido que vivir para llegar a León, señala que les ha sido complicado, sobre todo, por traer consigo a los menores de edad.

“En Tapachula sí fue difícil, es más difícil con los niños, pues a veces no tenemos para comer, sólo tenemos para el pasaje. Pero no nos da miedo porque creemos en Dios”, agregó.

Los migrantes ya son identificados por algunos de los vendedores que tienen sus locales al interior de la Central.

“Son de Haití, pero su situación se ve que es muy difícil. Van para el norte, como buscando el sueño americano”, comentó un comerciante.

JP