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30 años del PAN: “Encontramos 200 mil votos falsos”, recuerda Gabriel Hernández

El PRI metió 200 mil votos de más para ganar la elección a Gobernador en 1991 que culminó en la "Concertacesión" y llegada al poder del PAN, dijo el empresario

Escrito en GUANAJUATO el

León.- El empresario Gabriel Hernández es reconocido en el panismo guanajuatense como el cerebro que detectó el fraude electoral de 1991, en el cual el PRI metió 200 mil votos de más para ganar la elección a Gobernador que culminó en la “Concertacesión” y la llegada al poder del PAN.

Su visión dio armas al candidato del Partido Acción Nacional, Vicente Fox Quesada, para no aceptar la elección del domingo 18 de agosto.

Los datos cuantitativos duros de Gabriel Hernández fueron entregados a la prensa local, de la Ciudad de México y hasta internacional, la cual publicó y desnudó el fraude que el PRI cometió en Guanajuato manipulando el padrón electoral de aquel entonces.

El presidente de la República Carlos Salinas de Gortari no tuvo otra opción que negociar con el Partido Acción Nacional la famosa “Concertacesión”, que llevó a la gubernatura a Carlos Medina Plascencia.

Gabriel Hernández recuerda que en 1991, el presidente del PAN estatal era Alfredo Ling Altamirano y lo nombró encargado del Centro de Cómputo de la elección a Gobernador.

El empresario peletero formó un pequeño equipo de jóvenes estudiantes de la ingeniería en sistemas de la computación, provenientes de varias instituciones de la localidad, así como de militantes panistas quienes con equipos prestados armaron una pequeña sala de cómputo para contabilizar una a una, las actas de todo el estado.

“Me tocó identificar el fraude electoral que se hizo en contra de Vicente Fox por parte del equipo del priista Ramón Aguirre, había una diferencia de más de 200 mil votos a favor de Aguirre, cuando se sumaron los votos de diputados locales y federales se identificó dicha diferencia entre los candidatos del PRI”.

“Me tocó comunicar esto al candidato Fox y a Ling Altamirano, y ellos informaron esta diferencia al Comité Ejecutivo Nacional, me pidieron que enviará los datos pormenorizados a Diego Fernández de Ceballos, esta es la razón por la cual Salinas de Gortari que era el presidente de la República, y a la vez era como presidente del partido y mandaba sobre sus cuadros, decidió que Ramón Aguirre no debería ser gobernador”.

Recordó que la presencia en Guanajuato de periodistas de medios internacionales como el New York Time, ayudó a que existiera una presión desde el extranjero.

“Era evidente que el régimen de Salinas de Gortari no iba a permitir que se tocara al gobierno federal por culpa de Ramón Aguirre que no quiso cumplir los compromisos que le pidió el Presidente de la República para ser gobernador, entre ellos solicitó no tocar el padrón electoral, pero Aguirre o su equipo decidieron tocarlo, a tal grado que se encontraron credenciales de elector quemadas en una mina de Guanajuato, por eso se dio la Concertacesión”.

Gabriel Hernández ayudó a crear un modelo para frenar el embarazo de las urnas que durante décadas mantuvo al PRI perpetuado en el poder en Guanajuato y en todo México.

En 1988 trabajó junto al doctor José Pedro Gama en el Cuarto Distrito Local para identificar las casillas en las que el PRI tradicionalmente tenía control. La inteligencia electoral funcionó a tal grado que por primera vez el PAN lo ganó 3 a 1, y desde entonces se mantiene con número positivos para el panismo.

El sistema más efectivo del PRI consistió en rellenar las urnas durante la noche y madrugada con votos, y cuando se abría la casilla a las 8 de la mañana, las cajas de cartón (no transparentes) ya contaban con votos en su interior. Los panistas se presentaban a reventar dichas casillas que eran sospechosas y evitaron que esos votos ingresaran a favor del PRI.

“El Cuarto Distrito local nunca se había ganado, y nuestra sorpresa fue que ganamos 45 mil votos contra 15 mil del PRI en 1988, esto ocurrió porque generamos la arquitectura y la ingeniería electoral para ganar una elección, en esa misma elección Vicente Fox también fue candidato a diputado y ganó 15 mil votos contra 14 mil del PRI, fue una diferencia muy pequeña, pero nosotros nos fuimos a 3 a 1”.

“Generamos un nuevo sistema electoral que después fue aplicado a nivel República, con lo que el PAN tuvo triunfos espectaculares, nosotros exportamos el modelo a diferentes estados, de allí viene mucho el triunfo del PAN, conocíamos a la perfección el sistema del PRI”.

En diciembre de 1988 el PAN ganó León con Carlos Medina Plascencia, mientras que los municipios de Celaya y San Luis de la Paz se los arrebató en la mesa el PRI. Sin embargo, el daño estaba hecho y el modelo de vigilancia del voto fue contundente tres años después.

Para la elección de 1991, Gabriel Hernández recordó que no existía un sistema electoral tan avanzado y con tantos candados como el actual, además de que los sistemas de comunicación eran por teléfono o por radio, lo cual hacía que el recuento de los votos se llevara hasta dos días.

“Recibíamos los datos de los municipios por radio, teléfono o fax, y nos dedicábamos por horas a capturar, no teníamos todas las actas al momento, pero con las que recibimos confirmamos que existía un gran fraude electoral, identifique la diferencia enorme y enviábamos tres cortes durante tres días a Diego Fernández de Ceballos quien era delegado nacional del PAN, descansábamos de tres a cuatro horas por día, pero nuestro equipo de captura fue muy interesante y nos permitía tener los resultados en tiempo real conforme los comités municipales nos enviaban los datos”.

En dicha elección a pesar de identificar las casillas donde embarazaban urnas, el PRI continuó con el fraude en municipios alejados, colonias de pobreza extrema y en rancherías donde no llegaban los militantes de oposición a cuidar las urnas.

El PRI también se aprovechó del control sobre el organismo electoral, el cual entregó miles de credenciales de elector falsas a sus militantes (no usaban la foto), quienes pudieron presentarse a votar decenas de veces en diferentes casillas.

El 22 de agosto las autoridades electorales del estado entregaron el triunfo a Aguirre con un gran margen a su favor de 53% de la votación (626 mil votos) contra el 35% de Fox (418 mil votos).

El fraude fue detectado cuando los votos de diputados locales y federales del PRI arrojaron 200 mil votos menos que los conseguidos por el candidato a Gobernador, es decir, oscilaban sobre los 400 mil sufragios, y todas las diputaciones de León perdidas ante los panistas.

Así recordó Gabriel Hernández haber vivido y colaborado en la “Concertacesión”, la cual abrió la puerta a 30 años del PAN en Guanajuato.

JP