León-. Poca gente se imaginaría que tienda "La Nueva Vencedora", ubicada en contra esquina del Arco de la Calzada existe desde hace 110 años. El mismo lugar, la misma estructura, pero nuevo nombre y diferentes dueños. Aun así no deja de ser la más antigua de la zona centro. ¿Conoces la historia? En La Silla Rota te contamos.
Luz María Hernández, de 60 años, relata mientras despacha, que su padre le heredó la tienda. Él empezó a trabajar ahí durante su adolescencia, cuando el dueño era José Pons, un importante empresario leonés que le vendería el negocio años más tarde.
“Mi papá tenía como 14 años cuando empezó a trabajar aquí, era de don José Pons (la tienda) él duró muchos años trabajando como empleado y ya cuando él se casa le compra la tienda y desde ese entonces es de nosotros”.
La tienda padeció crisis económicas, fue testigo de la guerra cristera (1926-1929), sufrió un incendio en los años 60’s y en 2020 padeció la pandemia, hasta ahora. Una enorme casa de color de color naranja se ha vuelto una tienda icónica de la ciudad, dice Luz.
“La entrada de los zapatistas también. Ahí están las fotos que se consiguieron (apunta a la pared) (…) Fuimos de los primeros (negocios), como la Olimpia (tienda) que también tiene muchos años, son negocios que han durado”.
¿Por qué se llama ‘La Nueva Vencedora’? La actual dueña menciona que un incendio provocó el resurgimiento de lo que antes se llamaba ‘La Vencedora’. En 1964 las llamas provocadas por un corto circuito devoraron la tienda, tuvieron que reconstruirla.
“En el año 64’ se incendió por un corto circuito. Nosotros vivíamos aquí a lado, entonces mi papá se da cuenta, aquí hay una puerta que comunicaba la casa con la tienda, él entra con agua a tratar de sofocar (el incendio), pero ya vendíamos vino, ya vendíamos alcoholes en ese entonces, pues se acabó la tienda, y él con base de mucho esfuerzo la vuelve a levantar, en ese entonces se llamaba La Vencedora”.
En la tienda hay fotos enmarcadas y a blanco y negro, que significan la nostalgia de un negocio familiar que ha pasado de generación en generación. Para la señora Luz esta tienda es parte de su vida.
“Es un orgullo muy grande porque viene gente de todos los puntos de la ciudad, y se acuerdan de mi papá de mi mamá, incluso de nosotros, que nos vieron desde chiquitos. Ahora vienen hasta sus nietos (de los clientes), sus hijos”.
Luz atiende mientras cuenta la historia, su hija Claudia le ayuda a despachar y a limpiar. Ambas reconocen el esfuerzo que ha significado sobrevivir con la tienda. Más, en medio de una pandemia en la que hubo pérdida de empleos y de negocios propios.
Así como esta familia ha sobrellevado adversidades, también les tocó ser testigos de los cambios en la ciudad. “Hasta aquí llegaba León, esto era lo último”, dice Doña Luz al apuntar el Arco de la Calzada, que con el paso de los años no ha cambiado mucho su forma, pero sí su entorno, en la calle Prolongación Calzada.
“De lo que me acuerdo estaba ya un león (en el Arco de la Calzada), antes estaban unas bancas, una glorieta, me acuerdo de los 70’s para acá”.
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