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Agiotistas: "Mientras la gente se endeudaba, 'el ruso' hacía más y más dinero"

En la informalidad existen los agiotistas que parecieran ser créditos más fáciles pero acaban siendo duras condiciones y puedes terminar con una deuda mayor

Escrito en DINERO el

Un día pedí un préstamo a un agiotista, "el ruso", conocido justamente porque prestaba dinero a "reditos". Era más fácil acceder a un préstamo con esta persona, que con los bancos porque ahí siempre piden muchos documentos, pero cobraba altos intereses, cuenta Saúl.

En aquella época cobraban el 15%, pero cuando te vencía el plazo de pago, aumentaba el interés. Siempre que pedías un préstamo, "te hacía firmar una ''letra'' o dejabas en prenda las escrituras de tu casa o la factura de tu carro".

Cuenta que "los intereses podían llegar a doblar tu deuda, y si de plano veías que no podías pagar, te pedían cosas de tu casa que abonaran a la deuda. "Mientras la gente se endeudaba, el ruso hacía más y más dinero".

Los agiotistas como se les conoce popularmente a los prestamistas informales, son personas a las que se acude para solicitar dinero de manera ágil y sin mayores trámites. Sin embargo, lejos de ser una buena opción, este tipo de préstamos, que en ocasiones son estafas, se caracterizan por sus elevados intereses.

El agiotista es la persona que presta dinero a un interés muy por encima de las tasas del mercado. Regularmente el préstamo que se ofrece es a corto plazo, entendiendo esto como días o semanas. Hay quien hace préstamos mensuales.

¿Cómo funciona? y ¿Cuál es el trámite que solicitan estos prestamistas?

La persona que necesita dinero acude al agiotista, el cual, de acuerdo con la suma y el plazo solicitado, fija los intereses a cobrar, los cuales por lo general pueden llegar a superar el 15% mensual.

Si el cliente acepta, debe entregar una letra de cambio que respalde la deuda, generalmente firmada en blanco.

En contraprestación, el cliente recibe la suma de dinero que solicitó y una factura como constancia. Cada pago que realice se anota en un talonario, el cual se encuentra en poder del prestamista.

De acuerdo con Arturo Maximiliano García, abogado con maestría en políticas públicas: "Si un particular ofrece al público “prestar” dinero a cambio de un interés y a veces incluso irónicamente se promueve como alguien que te va a tener alejado de los agiotistas, no tengas duda, estas precisamente por caer en manos de uno de ellos. Evítalos por más que te faciliten obtener el dinero de inmediato. Esta claro que muchas personas sólo acuden a un agiotista cuando se le han cerrado todas las puertas de crédito, pero piénsalo dos veces ya que las consecuencias pueden ser patrimonialmente catastróficas".

Dijo que, si por alguna razón decides si pedir prestado a un agiotista no firmes hojas en blanco, es muy común que los agiotistas te soliciten precisamente hacer esto para luego agregar cualquier leyenda que te implique mayores obligaciones que las que originalmente quisiste contraer o la renuncia a ciertos derechos".

No dejes en garantía inmuebles, particularmente si el monto de lo que vas a pedir prestando es mucho menor al valor de éste. "En su caso sólo considéralo como una alternativa si fuera el supuesto que lo que vas a pedir prestado equivalga a más de la mitad del valor comercial del inmueble que darás en garantía"

Diferencia entre instituciones financieras y prestamistas

Cuando solicitas un préstamo a una institución financiera, lo haces dentro de un marco reglamentario y jurídico con derechos y obligaciones para ambas partes. Esto sirve como una garantía de que los préstamos y créditos deberán cumplirse según las condiciones informadas para sus productos. Es decir, tienes derechos como consumidor de préstamos, con la posibilidad de presentar reclamos por el incumplimiento de la institución. En caso de los prestamistas, el préstamo no se realiza dentro del marco regulatorio del mercado financiero, con los riesgos que ello conlleva.

Por otro lado, una institución financiera ofrece instancias de negociación en las que se puede refinanciar un préstamo.

Por último, la institución financiera otorga préstamos bajo determinadas condiciones según el destino de los mismos, con tasas de interés reguladas. La libre práctica del prestamista implica que los intereses sean determinados fuera del margen establecido por el mencionado organismo.

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) alertó a los consumidores sobre los fraudes que cometen empresas o personas que se dedican a prestar dinero, pues piden a la gente anticipos para que se le otorguen los créditos, pero luego les dan largas.

Antes de solicitar un préstamo a este tipo de negocios, primero deben acercarse a Profeco para que les dé una referencia sobre el comportamiento de esa empresa en particular.









cj