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Las descalificaciones en el debate de la CDMX

Al inicio del debate, el nerviosismo se apoderó de los candidatos. Se trababan al hablar, no calculaban los tiempos y el moderador, los interrumpía

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Escrito en METRÓPOLI el

La sede para el primer debate entre los aspirantes a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México fue el Canal Once.  Era difícil entender la selección de una  locación en la que hubo necesidad de cerrar el tránsito varias cuadras a la redonda del Casco de Santo Tomás, además del fuerte dispositivo de seguridad que incluyó la presencia de granaderos y de la unidad canina. A estudiantes y maestros de estas instalaciones del Instituto Politécnico Nacional les dieron salida a las 10 de la mañana.

Debate de la CDMX no fue un debate: analistas

Mucho tiempo antes de que los siete candidatos a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México ofrecieran sus propuestas para gobernar la capital y criticaran el desempeño de sus contendientes, la calle de Prolongación Carpio, donde se encuentra la entrada del Canal Once, estaba cerrada, y para llegar allí había que pasar por un filtro de granaderos.

Había un camión antimotines estacionado a las afueras y los escasos coches que ingresaron a las instalaciones eran revisados por todos lados con espejos y con los perros.

Desde las 15:30 horas comenzó la llegada de los candidatos. La primera en arribar fue la independiente Lorena Osornio y le siguió Purificacion Carpinteyro, de Nueva Alianza; después arribó la morenista Claudia Sheinbaum, quien es puntera en las encuestas y fue objeto de buena parte de los ataques de los otros contendientes.

El primero de los debates entre candidatos a la Jefatura de Gobierno generó mucha expectación. Con una gran cobertura de medios, los aspirantes caminaron a lo largo de un espacio en el que se identificaba a la institución organizadora del evento: el Instituto Electoral de la Ciudad de México.

A pesar de que aparentemente había un acuerdo de que no habría declaraciones a la prensa antes del debate, Mikel Arriola fue el único que llegó y platicó con reporteros. Pronosticó que él sería el ganador.

Los candidatos llegaron con invitados. De parte de Sheinbaum llegaron el ex jefe de gobierno y senador, Alejandro Encinas; los coordinadores de la campaña, el diputado local, José Alfonso Suárez de Real y la ex legisladora perredista Esthela Damián.

Por su parte, Barrales invitó a los dirigentes nacionales de Movimiento Ciudadano y el PRD, Dante Delgado Rannauro y Manuel Granados Covarrubias, respectivamente; así como el presidente del PAN local, Mauricio Tabe; la ex jefa delegacional de Miguel Hidalgo, Xóchitl Gálvez Ruiz; Julio César Serna, ex jefe de gabinete del anterior jefe de Gobierno de la ciudad, Miguel Ángel Mancera; y los dirigentes de las corrientes perredistas Vanguardia Progresista y Alternativa Democrática Nacional, Héctor Serrano Cortés y Héctor Miguel Bautista López, respectivamente.

Al tiempo en que se desarrollaba el debate, un grupo de aproximadamente 200 simpatizantes de Alejandra Barrales, que portaban chalecos del PRD y de Movimiento Ciudadano se instalaron en los límites del cerco policial.

A aproximadamente 800 metros del Canal Once siguieron en una mega pantalla la transmisión de este primer encuentro. No se advirtió la presencia de algún otro grupo político o de apoyo a un candidato.

Al inicio del debate, el nerviosismo se apoderó de los candidatos. Se trababan al hablar, no calculaban los tiempos y el moderador, el periodista Javier Solórzano, los interrumpía. Poco a poco recobraron la confianza. 

Para presentarse tuvieron un minuto. Mikel Arriola, del PRI, criticó a los gobiernos de izquierda, destacó que Alejandra Barrales, de la coalición Por la CDMX al Frente,  y Sheinbaum representan lo mismo y reiteró que él es el candidato “de la familia, vida y los valores”; la candidata sin partido Lorena Osornio, nuera de la dirigente de comerciantes ambulantes Alejandra Barrios,  resumió su trayectoria de activista social y señaló que la ciudadanía está cansada de las elites partidistas.

Purificación Carpinteyro, de Nueva Alianza, no habló de ella, sino de las dos candidatas punteras: “me indigna que participen en esta contienda, en lugar de pedir el voto, deberían pedir perdón”.

Alejandra Barrales, a diferencia de su insistente discurso contra Morena durante la campaña, en esta presentación solo habló de su trayectoria y por primera vez en televisión mencionó que Andrés Manuel López Obrador la invitó a trabajar con él.  

Sheinbaum sí empezó con cuestionamientos hacia la administración del exjefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera y recicló su frase: “juntos construimos con innovación y honestidad”; Marco Rascón, del Partido Humanista, recordó fechas históricas de su lucha en la ciudad y Mariana Boy, del PVEM, al igual que Carpinteyro, ignoró a los demás aspirantes y dijo que solo había tres opciones y la mejor la representaba ella. 

En este primer bloque, la construcción del segundo piso a cargo de López Obrador fue el reclamo principal hacia la candidata puntera. Mariana Boy y Barrales dijeron que el caos y crisis en movilidad comenzó con esta vialidad, la cual estuvo a cargo de Sheinbaum.

Uno de los ataques que se llevó las palmas en el primer bloque fue el que Marco Rascón soltó a Mikel Arriola. Criticó el partido que representa, aunque no es militante, y comparó al candidato con Batman. 

“Aquí falta el PRI, no sé a qué partido representas Mikel. Las propuestas de Mikel Arriola son una regresión en todo (…) Sus propuestas atentan contra la inteligencia y nueva Constitución. Mikel es un Duarte, un chapulín de la derecha. Arriola está unido a los que han corrompido a México, los que justifican a los feminicidios y los que quitaron a los 43”. 

Agregó que Arriola significa la ciudad de una sola forma de ser familia y el que quiere mandar a los adolescentes a la prisión. “Arriola está inspirado en Díaz Ordaz. Él es Tlatelolco, es la guerra sucia y es Batman. Detesta los derechos humanos y la diversidad”. 

En respuesta, el ex titular del IMSS agradeció a “Súperbarrio” por dedicarle cuatro minutos y aprovechó ese momento para prometer que regulará las marchas.

Todos contra la puntera

Una de las acusaciones más directas contra la candidata de la coalición Juntos Haremos Historia fue la de su presunta responsabilidad en la tragedia del Colegio Rébsamen y el Tec de Monterrey, inmuebles que resultaron dañados por el terremoto del 19 de septiembre, y donde hubo víctimas mortales. Sheinbaum era entonces delegada de Tlalpan.

Sobre este tema la cuestionaron Alejandra Barrrales, y también la representante de Nueva Alianza, Purificación Carpinteyro.

Sheinbaum les reviró: “Es vil y no ético usar una tragedia como eje de campaña”, les dijo.

Por su parte, Mikel Arriola criticó el desempeño de los gobiernos de Morena en la capital, entre ellos el de Sheinbaum al frente de la delegación Tlalpan, y los acusó de abrirle las puertas al narcotráfico.

La respuesta de Sheinbaum fue en automático. Cuestionó la autoridad moral del representante del PRI en materia de inseguridad cuando el gobierno federal, emanado del PRI, tiene sumido al país en la peor violencia.

Además, aseguró que el candidato ciudadano que abandera a los priístas no sabe que la seguridad y justicia es responsabilidad del gobierno central de la ciudad.  Precisamente ese argumento fue utilizado por la candidata del partido Nueva Alianza, Purificacion Carpinteyro, para criticar a Sheinbaum.

En el primer bloque del debate se abordaron los temas de urbanismo y sustentabilidad. Los candidatos hablaron sobre la problemática del agua, desarrollo urbano, movilidad y transporte.

En sus primeras intervenciones cuestionaron las acciones de los gobiernos del PRD al frente de la ciudad. A Claudia Sheinbaum le recriminaron que cuando fue secretaria de Medio Ambiente durante la administración de Andrés Manuel López Obrador no hizo nada para detener el crecimiento vehicular. Por el contrario, le dijeron, fue la encargada de la construcción del segundo piso del Periférico y con ello se provocó una gran caos urbano, coincidieron el representante del PRI, Mikel Arriola, y Alejandra Barrales.

Mikel Arriola también atacó a Barrales, a quien le volvió a reprochar que mintiera al decir que había vendido uno de sus departamentos, con costo de 12 millones de pesos, ubicado en calzada de la              ; aseguró que era mentira porque en 2018 promovió un juicio de amparo por embargo.

“Alejandra, acláranos si tienes otro departamento en Polanco”, la retó Arriola.

Barrales se dijo calumniada, y le contestó que era parte de las llamadas “Fantasías Mikel”: Como buen priísta viene a calumniar, dijo al pedir a su equipo que subiera  a redes sociales documentos como su declaración 3de3, una opinión favorable fiscal financiera que emitió la Secretaria de Hacienda y la opinión técnica de un despacho contable certificado al que también recurrió el candidato priísta a la presidencia, en referencia a José Antonio Meade.

Al insistir en la crítica a la morenista por la construcción del segundo piso cuando fue Secretaria de Medio Ambiente durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la capital, la candidata del Partido Verde Ecologista  de México, Mariana Boy Tamborrell, aseguró la obra aumentó en 30 por ciento el parque vehicular de la ciudad y con ello la contaminación. 

Las propuestas

En comparación con el calor del debate donde prevaleció la descalificación y la crítica hacia sus oponentes, tibios fueron los momentos cuando se  presentaron los compromisos de gobierno; aunque vastos y de altas expectativas, no estuvieron acompañados del “cómo” hacerlos realidad, pese a la pregunta expresa  del moderador Javier Solorzano

Las propuestas, en su mayoría reproducción de viejos discursos de precampaña y campaña, fueron desde el anuncio de un decreto para solicitar la intervención de fuerzas federales ante el narcomenudeo de la ciudad, cuyo autor fue el abanderado del PRI, Mikel Arriola.

También hubo ideas poco claras como “nuevas innovaciones para cosechar el agua de lluvia” y promesas al estilo de “en mi gobierno no va a haber cero corrupción” provenientes de una candidata a la que le ganaron los nervios al debatir con seis abanderados de partidos políticos: la independiente Lorena Osornio.

Entre los compromisos más comunes que se presentaron en este primer debate figuró la ampliación del Metro, en el que coincidieron Claudia Sheinbaum, Alejandra Barrales y Mikel Arriola, sin que pudieran lograr un acuerdo sobre el costo que tendría. 

Según sus respectivas estimaciones por cada kilometro de este sistema colectivo de transporte se requeriría una inversión de 80 millones de dólares, 2 mil 500 millones de pesos y 1 mil millones de pesos. Las cotizaciones no tuvieron punto de encuentro.

Alejandra Barrales se dijo “obligada a reiterar que Sheinbaum está reprobada (en sus gestiones)”; otro compromiso recurrente fue el de atender el desabasto de agua donde se pusieron serios al sugerir cárcel a infractores. 

Para Mikel Arriola no es suficiente con invertir 10 mil millones de pesos en la reparación de 12 mil kilómetros de tuberías; propuso la instalación de dos millones de sistemas de captación de agua pluvial y un acuaférico en Iztapalapa.

Además advirtió que de gobernar la Ciudad -que el PRI no ha conquistado en 20 años-  metería a la cárcel a delegados que den permisos de construcción donde no está garantizado el pleno acceso al vital líquido. 

Penas en prisión también sugirió la abanderada del PVEM, Mariana Boy, quien enfundada en un saco más verde que su agenda medioambiental, sugirió cárcel a los responsables de obra que no cumplen con la ley y 36 horas de arresto para las personas que hagan uso de tomas clandestinas de agua.

Sobre este tema, Claudia Sheinbaum -que administraba el tiempo entre propuestas, aclaraciones sobre los cuestionamientos a su gestión y una férrea defensa ante señalamientos de la candidata que le sigue en las encuestas Alejandra Barrales, - también habló de una agenda de movilidad y sustentabilidad en la que una de sus propuestas fue poner orden al desarrollo inmobiliario y una estricta regulación sobre el uso de suelo

A Sheinbaum se le había acusado de “llenar la ciudad de cemento” al autorizar modificaciones a la norma en Santa Fe para el segundo piso. La morenista dedicó unos segundos para agradecer a Barrales que retome propuestas de su precampaña.

Fueron precisamente estas dos grandes rivales a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México quienes coincidieron en una propuesta similar pero con distinto nombre: “cablebús” para Claudia Sheinbaum, y “metroférico” para Alejandra Barrales, que sería un nuevo transporte para zonas altas de la Ciudad en la que también se plantean la ampliación del Metro y Metrobús.

En cuanto terminó el debate, los candidatos salieron a un patio que estaba entre el estudio y la sala de prensa para brindar entrevistas a medios de comunicación. Había siete espacios dedicados a cada candidato. Sheinbaum, Barrales y Mikel fueron los más abordados y fotografiados. Osornio estaba sola y tras unos minutos prefirió retirarse. 

jamp