Main logo

Deporte y su peligroso vínculo con el narcotráfico

La relación del deporte y el narcotráfico va desde la amistad entre deportistas y narcotraficantes, hasta la incursión de capos en equipos de futbol

Escrito en DEPORTES el

El deporte y el narcotráfico han mantenido una peligrosa relación que va desde la amistad entre deportistas y narcotraficantes, hasta la incursión de capos en equipos de futbol.

Algunos líderes de los cárteles de narcotráfico son amantes del deporte, Pablo Escobar lo era del futbol, y otros como el Chapo Guzmán lo eran del boxeo, que lo hizo entablar una amistad con el boxeador más importante en la historia de México, Julio César Chávez.

El deporte parece tener un lado B, pues en varias ocasiones ha quedado expuesta la relación que existe con el narco.

Pablo Escobar y el futbol colombiano

Pablo Emilio Escobar Gaviría es uno de los capos del narcotráfico más recordados en la historia, y una de sus grandes pasiones era el futbol.

El Atlético Nacional era el equipo de sus amores, y en los años 80 pasó de ser un equipo más en Sudamérica a tomar relevancia, todo gracias a la ayuda de Escobar.

En 1989, El Atlético Nacional, mantuvo un paso de ensueño en la Copa, solo había perdido un juego de grupos ante Millonarios, pero después fue una arrolladora aplastando a todos sus rivales.

Pese a que el equipo comenzó a ser sólido, para Escobar no era suficiente el éxito del Atlético en sus tierras, y ya con él dominando la delincuencia en Medellín y en toda Colombia, incursionó en el futbol.

En el balompié, Pablo encontró una vía rápida y fácil para lavar su dinero ilícito, y de paso, poder disfrutar de su pasión y del equipo que tanto amaba.

La Copa Libertadores que Pablo Escobar le compró al Atlético Nacional

En semifinales, en la vuelta ante Danubio, comenzó el poderío del narco en el Atlético Nacional. Tras empatar a cero en la ida, la terna arbitral fue amenazada para darle la victoria al equipo de Escobar.

Los árbitros recibieron la recomendación de no salir del hotel, pues podrían tener problemas si los aficionados los reconocían, pero aquello terminó siendo un plan del cártel de Escobar.

En sus habitaciones, Carlos Espósito, Abel Gnecco y Juan Bava recibieron una visita inesperada.

Un comando de 5 personas con armas largas entraron en uno de los cuartos con tres maletines con 50 mil dólares cada uno.

"Quietos, quietos todos. Escuchen bien, hay 50.000 dólares para cada uno, tiene que ganar Nacional, ¿escucharon bien?, estamos cumpliendo una orden. Ustedes tienen un precio aquí, otro en la Argentina o donde quieran que se vayan. Las cabezas de ustedes tienen un precio, ¿me entienden bien? Tiene que ganar Nacional", dijo uno de los sicarios, contó alguna vez Espósito sobre aquella noche.

Llenos de miedo, los árbitros salieron a pitar la vuelta de la semifinal y el equipo terminó goleando 6-0 a su rival para avanzar a la final.

Este hecho es señalado por algunos historiadores como “El último regalo de Escobar”, pues un título continental de un equipo de Medellín distraería a las masas, algo que el cártel de Escobar aprovecharía para seguir agrandando su reinado.

Para la final, el rival era el Olimpia. La terna arbitral fue advertida por sus compañeros de las amenazas del cártel de Escobar, y Juan Carlos Oustau, Jorge Romero y Francisco Lamolina, también fueron amenazados en el hotel de concentración.

Una noche antes de la final, una sola persona llegó a su mesa, dejó un maletín y se abrió su chaqueta mostrando dos armas y avisando: “Tiene que ganar Nacional”. Lostau no quiso dejarse corromper y golpeó a aquel hombre que fue detenido en el lugar.

Aunque los árbitros se reunieron con Conmebol y aseguraron que no había condiciones de seguridad aptas para el partido, sin embargo, la tensión en Colombia terminó con la decisión de que el partido sí se levara a cabo.

Con un rosario en la mano, literal, Laustau salió a pitar el juego, que Nacional empataría en el global, y sin ningún tipo de ayuda arbitral, pero que aún así se tendría que definir en tiros de penal.

Fueron 19 tiros desde los 11 pasos, para que el Atlético Nacional se quedara con la Copa Libertadores, evitando una tragedia más en el deporte por las amenazas del líder del narcotráfico.

Aunque el equipo verde ganó, Escobar sorprendió a Laustau por no acatar sus órdenes. Cuando el árbitro regresó al hotel, fue interceptado por 4 hombres armados, los cuales lo llevaron a un terreno lejano y lo bajaron del taxi en el que iba para apuntarlo mientras se arrodillaba en el piso.

“No cumpliste lo pactado. Te ofrecimos un maletín con el dinero y lo dejaste. No entendiste el mensaje”.

El árbitro fue abandonado a 8 kilómetros de la civilización, el silbante tuvo que caminar por horas para poder encontrar ayuda, regresó a su hotel con viaje a Argentina, y nunca más volvió a Colombia.

Julio César Chávez

El gran campeón mexicano reveló más detalles de su relación con algunos narcotraficantes, a quienes en una ocasión “mandó a la chingada” por no traer cocaína.

El César del Boxeo ha revelado en diferentes ocasiones que la primera vez que probó la droga fue tras su pelea ante Héctor Macho Camacho. En aquella ocasión, luego de su victoria, recibió una visita inesperada, algunos narcotraficantes llegaron para conocerlo y en entrevista con Yordi Rosado, Chávez mencionó que había como “mil años de cárcel”.

Julio César Chávez confesó que tras su pelea, estuvo rodeado de los líderes de los cárteles más buscados y más famosos de México. Joaquín El Chapo Guzmán, Amado Carrillo (El Señor de los Cielos), Ismael Mayo Zambada, Héctor El Güero Palma, Los Arellano Félix y Juan José Esparragoza El Azul.

Pese a que había muchos hombres armados, Chávez recordó que ofendió a los narcotraficantes ya que todos hablaban de la pelea, y él lo único que quería era más cocaína, droga que le fueron a buscar.

“El día que le gané a Macho Camacho, había como mil años de cárcel, estaban los Arellano Félix, El Güero Palma, Amado Carrillo, Chapo Guzmán, El Azul, El Mayo Zambada, todos querían conocerme. Yo estaba loco, porque fue el día que me drogué (por primera vez), todos hablaban de la pelea, hasta que yo me enfadé, yo lo que quería era perico. Había como 300 cabrones armados, pero nadie traía perico y dije ‘como nadie trae perico, váyanse a la chingada’, no espérate ahorita te traemos”, señaló el exboxeador.  

El César del Boxeo aseguró que prefirió ser amigo de los narcotraficantes a su enemigo, pues sabía que de no aceptar la invitación de todas formas los trabajadores de estos personajes se lo llevarían a la fuerza. Además destacó que siempre hubo respeto con todos ellos.

“A las dos semanas se pelearon entre ellos, pero como sabían que yo era amigo de todos, a mí siempre me respetaron. La relación muy buena con ellos, siempre me respetaron, yo era muy amigo de los Arellano”.

Deportistas y su relación con el Narco

 

Andrés Escobar “El Caballero del futbol”

Uno de los casos que más conmocionó al mundo, fue el del seleccionado nacional colombiano del Mundial de Estados Unidos 94. Andrés Escobar fue asesinado días después del autogol en el partido entre Colombia y Estados Unidos.

El 2 de julio de 1994, en el restaurante “El Indio” de la ciudad de Medellín, Escobar se encontraba con algunos allegados mientras recibía insultos por parte de los narcotraficantes David y Santiago Gallón Genao.

Momentos después en el estacionamiento, el jugador fue atacado nuevamente, esta vez por el chofer de los narcotraficantes Humberto Muñoz Castro, quien sin decir palabras, se acercó a él y e descargó seis tiros en la cabeza.

René Higuita

Hace casi 30 años, uno de los históricos porteros de Colombia, René Higuita, sorprendió al mundo no por su increíble demostración de “Escorpión”, sino por la visita realizada en la cárcel al narcotraficante Pablo Escobar, algo que definió como “un encuentro de amistad”.

En 1993, el preparador de porteros del Atlético Nacional estuvo preso durante seis meses por intermediar con el Cartel de Escobar para poer fin al secuestro de una menor, dicha acción por la que recibió 50 mil dólares.

Jared Borgetti

En 2013 el futbolista mexicano estuvo ligado al Cártel de los Arellano Félix, el exdelantero de la selección mexicana asistió a la celebración del cumpleaños de Franscisco Rafael Arellano Félix, quien horas más tarde fue asesinado por un hombre disfrazado de payaso.

La celebración fue en Los Cabos, Baja California, y al día siguiente del homicidio del capo, la Procuraduría General de Justicia del Estado confirmó la asistencia del jugador.

Esteban Loaiza

El exbeisbolista de las Grandes Ligas recibió una sentencia de tres años de cárcel y cinco más de libertad condicional por los cargos que se le imputaron de posesión de cocaína con la intención de distribución y de los que se declaró culpable.

Esa no era la primera vez que el expelotero se vinculaba con el narcotráfico, ya que en 2008 fue arrestado tras el cateo y hallazgo de más de 20 kilos de cocaína en una vivienda que rentaba en la ciudad Imperial Beach, en California.

(dmv)