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Francisco en Washington

El Papa Francisco llegará el 22 de septiembre próximo a la Base de la Fuerza Aérea “Andrews”.

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Escrito en OPINIÓN el

Estados Unidos puede llegar a ser un país difícil de entender y cuya lógica no siempre es clara ante los ojos de los observadores. A veces hace falta indagar un poco más de lo que resultaría “evidente” para descubrir las verdaderas motivaciones y el motor de muchas cosas que pasan. Todo esto me viene a la mente porque durante la semana pasada muchos eventos y cosas tuvieron lugar desde la capital estadounidense.

 

Para comenzar, el “Día del Trabajo” (Labor Day) marca el fin del verano en términos prácticos. Si bien el calendario astronómico y de las estaciones nos dice que tenemos hasta el 21 de septiembre, cuando llega el otoño, la realidad es que, por ejemplo, todas las albercas –públicas y privadas– del área metropolitana del Distrito de Columbia cierran sus actividades en este día. Y parece mentira, pero de una semana a la otra, el aire comienza a soplar y sentirse bastante más frío. El calor y la humedad rampante que agobia cuando uno camina por las calles empieza a desaparecer poco a poco. Ya se sabe que de ahora en adelante, la pendiente va en picada, nuevamente dirigiéndose a los “snow days” y los grados bajo cero. Pero como ya lo hemos dicho antes, es una de las cosas más interesantes de vivir en el norte: El cambio marcado de las estaciones del año.

 

En este escenario, los diversos mapas sobre las rutas que habrá de seguir el Papa Francisco en su visita a la capital estadounidense no se hacen esperar. El Gobierno Federal ha dado la opción a sus empleados que, del 22 al 24 de septiembre tendrán la opción de trabajar desde casa, y aunque las oficinas estarán abiertas al público, la realidad es que la ciudad estará prácticamente colapsada.

 

El Papa Francisco llegará el 22 de septiembre próximo a la Base de la Fuerza Aérea “Andrews” (la sede del Avión Presidencial) y al día siguiente se reunirá en la Casa Blanca con el Presidente Obama por la mañana; por la tarde canonizará a Junípero Serra en la Basílica de la Inmaculada Concepción, y tendrá una ceremonia religiosa con los Obispos en la Catedral de San Mateo. Al día siguiente hablará ante el Senado y la Cámara de Representes en el Capitolio, en una sesión conjunta y después visitará una Parroquia Católica cerca de “Chinatown”; por la tarde partirá a Nueva York, donde tendrá una ceremonia en la Catedral de San Patricio en la Quinta Avenida en Manhattan.

 

Me llama la atención que el Papa haya preferido visitar Estados Unidos antes que México, siendo la Unión Americana una nación con relativamente pocos católicos, en comparación con otras partes del mundo, como Latinoamérica o África. Me queda claro que la vocación de Francisco es enteramente diplomática y de activista internacional. Se dice que el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba se debió en gran medida por la intervención de Su Santidad. Quizá por eso mismo viene a Washington; porque sabe que es un centro de política internacional y de definición de política pública al que se debe acudir con regular frecuencia para que algunas cosas pasen.

 

El Papa Francisco se ha caracterizado por renovar las viejas estructuras jerárquicas y dogmáticas de la Iglesia Católica; recientemente hizo cambios al proceso de nulidad matrimonial y dio autorización a sacerdotes de perdonar el “pecado del aborto”, cosa que estaba reservada a los obispos solamente. Esto habla del carisma del Papa, de su intención de atraer nuevos fieles a la Iglesia, y de mantener a quienes están en ella. Habla de un Papa moderno y reformador, aunque ello le cueste mucho, pues internamente estará seguramente enfrentando a sus detractores en la cúpula eclesial, que no quieren perder el viejo “status quo” por la cantidad de prebendas y de control que ello les trae.

 

La visita de Francisco a Washington DC tiene una clara intencionalidad política y envía un mensaje preciso a todo mundo: el Papa sabe hacer política, la hace y la seguirá llevando a cabo, porque está convencido que ese es su papel, que está en una posición idónea para actuar y porque ya le hacía mucha falta a la Iglesia que esto sucediera. En lo personal estoy totalmente de acuerdo con él y me parece que su visita será, por demás interesante. Tanto, que hasta en la capital de un país eminentemente protestante se tendrá una sesión de Congreso General para recibir al pontífice y escuchar lo que tiene que decir.

 

@fedeling