De acuerdo al Atlas de Riesgo de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC) ríos y arroyos de Guanajuato son utilizados para descargar aguas negras e industriales a través del drenaje en más de la mitad de los 46 municipios.
Existen 44 plantas de tratamiento de aguas residuales en 26 municipios de la entidad, en los 20 restantes no cuentan con ese tipo de infraestructura, según informó en un comunicado el Gobierno del Estado.
En Irapuato, cientos de empresas vierten sus aguas residuales al sistema de drenaje, que luego llega a los afluentes importantes como los ríos Guanajuato, Silao, Lerma y Pénjamo, así como los arroyos Santa Rita y El Granizo.
Se tiene reporte de la empresa ‘Tequila Corralejo’, ubicada en la comunidad Estación Corralejo del municipio de Pénjamo, ahí descarga aguas residuales y lodos resultantes del proceso de fabricación al río Turbio, que pasa a unos 250 metros al oriente de la planta.
De acuerdo al apartado ‘Fenómeno Sanitario - Ecológico’ del Atlas de Riesgo de Protección Civil del Estado, los ríos Lerma, Laja, Guanajuato, Santiago, Silao, Querétaro, Turbio y Tigres, son algunos de los afluentes que tienen severos daños.
Los datos con los que cuenta el Atlas de Riesgos están actualizados hasta 2015, cuando la CEPC realizó inspecciones durante septiembre y octubre en conjunto con la Comisión Estatal de Agua y los organismos operadores de agua potable y alcantarillado de los municipios.
Un gran número de ríos en la región llevan contaminantes
Se indicó que los municipios son responsables de actualizar, realizar levantamiento, así como enviar la información a la CEPC, con la finalidad de mantener alimentada la base de datos.
“Una vez que la Coordinación Estatal de Protección Civil identifica, analiza, procesa y publica en el Atlas de Peligros y Riesgos, la información levantada en campo, los municipios son los responsables del posterior levantamiento, actualización y envío de dicha información a la Coordinación Estatal PC, a efecto de que ésta analice, procese y publique las actualización tanto en los Atlas Municipales, como en el Atlas Estatal de Peligros y Riesgos”, informa el comunicado.
Los municipios de León, Irapuato, Salamanca, Celaya y Pénjamo son algunos de los que dañan severamente los afluentes naturales al descargar aguas industriales y del drenaje sanitario en sus cauces.
Sin embargo, también existen ríos y arroyos que son contaminados fuera del territorio guanajuatense, como el caso del río Lerma que nace en el Estado de México y el río de Querétaro.
En el reporte también se indica que los cauces de los ríos Guanajuato, Silao y Arroyo Santa Anita se encuentran contaminados por desechos urbanos, sobre todo en lugares aledaños a asentamientos urbanos y rurales.
En Salamanca, los desechos líquidos del rastro municipal son canalizados a una planta tratadora y luego pasan a la red del drenaje municipal, como es el caso de otros 12 rastros clandestinos que ya están identificados.
En Celaya, las aguas negras entubadas en la zona urbana son bombeadas a través de cárcamos hasta el río Laja, sin especificar si son tratadas antes de llegar al afluente.
Así mismo, las descargas del drenaje municipal y de algunas empresas terminan en el río Laja y el Arroyo Jalpilla, aguas que han sido catalogadas como ‘altamente contaminadas’, ya que no cumplen con los parámetros establecidos por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
¿Y en León?
En León empeora el panorama, ya que se detectó que el drenaje urbano es un grave problema ambiental que afecta el Arroyo El Granizo, río Santiago y Turbio.
“La red de drenaje urbano se encuentra severamente contaminada por productos químicos en varios sectores de la ciudad al ser usada como vertedero de residuos industriales y comerciales, las zona sur y suroeste están fuertemente contaminadas”.
Otros municipios como Apaseo el Grande padecen la contaminación por desechos industriales que arrojan al río Querétaro así como por las descargas de drenajes.
Una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales fue inaugurada en 2018 en Pénjamo, sin embargo por muchos años sus desechos domésticos e industriales fueron a parar al río de Pénjamo.
La situación continúa en otro afluente que atraviesa el municipio en la zona donde colina con Abasolo.
“Río Turbio, hasta su desembocadura en el río Lerma, entra por el municipio de Cuerámaro y trae heces fecales de ganado bovino y porcino, desechos de rastros, plaguicidas, fertilizantes, aguas negras, contaminación de la Tequilera Corralejo”. Se menciona en el documento.
El río Turbio a lo largo de sus 215 kilómetros atraviesa por León, San Francisco y Purísima del Rincón, Manuel Doblado, Cuerámaro, Pénjamo y Abasolo, hasta desembocar en el río Lerma. La muerte de más de 30 mil aves migratorias (patos) en la Presa Silva hace 25 años encendió la alerta de gravedad de la contaminación.
La recopilación de datos realizada por la CEPC en 2015 tiene como finalidad, según se detalló en un comunicado el pasado 2 de mayo, identificar los materiales para tratar el agua y cuál sería su aprovechamiento.